El laberinto audiovisual europeo

La batalla por la emancipación que está librando el Viejo Continente contra el amigo americano y también contra sí mismo, se refleja nítidamente en el titubeante y laberíntico proceso de crear una industria audiovisual europea potente para recuperar al espectador perdido que ahora, tanto en cine como en televisión, lo que encuentra en el 80% de las veces son productos norteamericanos. Con este objetivo, la Comunidad Europea y el Consejo de Europa -cada uno por su lado- han creado una curiosa trinidad: los programas Media, Eurimages y Eureka Audiovisual. Este último desempeña el papel del Espíritu Santo bíblico porque en lugar de dinero, como los otros dos, concede etiquetas, sellos que puedan servir de llave para las cajas fuertes de los financieros.

Desde este mes, y durante un año, Finlandia ostenta la presidencia del programa Eureka Audiovisual. Como si se tratara de una nueva versión del Bienvenido, mister Marshall, de Berlanga, el Gobierno finlandés junto con el secretariado del Eureka Audiovisual decidieron presentar el programa por todo lo alto e invitar -hubo medios de comunicación, como éste, que corrieron con sus gastos- la semana pasada a 50 periodistas de toda Europa.El acontecimiento, con visitas incluidas al canal privado de televisión y a empresas de tecnología punta, llamaba la atención si se tiene en cuenta que Finlandia no es precisamente una potencia audiovisual. El porqué Finlandia ocupa la presidencia de este programa audiovisual al tercer año de su nacimiento obedece a dos razones: en este país ha recaído la presidencia del Eureka Tecnológico y "como el Eureka Audiosivual es una especie de hijo cultural del tecnológico también le ha tocado a los finlandeses", explicó Patrick Olivier, director de la secretaría permanente, con sede en Bruselas, de este programa audiovisual.

Olivier y su secretaría, formada por 28 representantes de otros tantos países europeos -los 23 que forman el Consejo de Europa y varios observadores del Este-, es quien controla realmente el desarrollo del programa. Olivier es francés y, no por casualidad, el Eurck Audiovisual nació en París, el 2 de octubre de 1989, en una reunión de ministros y representan tes de 26 países europeos, bajo la iniciativa del presidente de Francia, FranQois Mitterrand.

"Eureka Audiovisual no da dinero", explica Olivier, "pero sí da un label, un sello de prestigio a imitación del Eureka tecnológico, que facilita la financiación El programa nació para desarrollar el espíritu de cooperación audiovisual europeo porque los otros dos programas, Media y Eurimages, se centran en lo concreto, en la financiación directa a proyectos audiovisuales, y pue den escapáreles otras cues tiones".

Ante la pregunta de que si Eureka Audiovisual es un invento francés lleno de intenciones de grandeza pero escaso en contenidos, el responsable de la secretaría rechaza esta interpretación aunque reconoce como cierto "el trabajo de Francia por convertirse en la punta de lanza de la industria audiovisual europea". Respecto al sobrenombre que le dan al presidente francés François Mitterrand, llamándole "el San François de Asis del audiovisual en Europa", dice entre sonrisas haberlo "oído en muchos lugares". "Tengo certerza de la preocupación del presidente Mitterrand por la cultura audiovisual europea. Lo que tienen que hacer los otros países es apoyar como nosotros este programa, porque Francia, y después Italia y luego Finlandia, sí han puesto algo de dinero en él. Francia dio 25 millones de francos (unos 500 millones de pesetas)", añadió.

Tres programas

El programa Medía, de la CE, es el más importante de la trinidad Cuenta con un presupuesto de 26.000 millones de pesetas y, ahí se complica el laberinto audiovisual europeo, con 11 subprogramas que, a su vez están repartidos por diferentes países europeos. El programa del Consejo de Europa, Eurimages, viene a ser un fondo para financiación de proyectos audiovisuales, y Cuenta con un presupuesto mucho menor que el Media: hasta hoy ha gastado alrededor de 4.000 millones de pesetas. Y el Eureka Audiovisual, el otro programa apoyado por el Consejo de Europa aunque, a diferencia de Eurimages, no con fondos materiales, aunque sí "mucho espíritu", según Olivier. Otros, más malévolos, argumentan que este programa, es "un sueño de grandeza de Mitterránd" y, si quiere consolidarlo de Francia que lo pague él mismo".