Los sindicatos aplazan una semana la reunión tripartita

Los secretarios generales de UGT y CC OO, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez, mantuvieron ayer por la mañana una ronda de contactos telefónicos con el ministro de Economía, Carlos Solchaga, para aplazar una semana el inicio de la negociación para el pacto de competitividad. La reunión tripartita se celebrará el día 10 u 11 entre Gobierno, empresarios y sindicatos. Previamente Solchaga lo hará con los sindicatos y con la patronal los días 8 y 9.Paralelamente, los secretarios de Acción Sindical de CC OO y UGT, Agustín Moreno y Apolinar Rodríguez, asistían a unas jornadas organizadas por el Instituto Sindical de Estudios, que dirige José María Zufiaur, con el objetivo de analizar el plan de competitividad.

El debate de ayer completará la propuesta alternativa para la competitividad que están elaborando las centrales y que no estará ultimada para las reuniones ayer convocadas, según reconoció Agustín Moreno. Con la misma idea, el responsable de economía del PP, Luis Gámir, participó en el seminario sabatino en el que se criticó el plan de Solchaga. La crítica política fue expuesta por Zufaur. "El Gobierno lo que busca es un culpable", aseguró. Para el líder ugetista "el pacto sólo busca un intercambio político que ya no da de sí". En su opinión, los últimos procesos de concertación social siempre han tenido un perderdor. "En el AMI pillaron a CC OO; en el ANE, a CEOE, y en el AES, a UGT". Zufiaur, en cambio, no espec icó a quién pillaron en la primera fase de la concertaclón que se produjo el año pasado.

Ya desde el punto de vista económico, los participantes en las jornadas criticaron tanto la fijación del Gobierno con Europa como el sistema de reparto de las mejoras de productividad. El ex secretario de Estado de Comercio Luis de Velasco aseguró que "la obsesión europeísta" por la que se intenta estar "a toda costa" en la primera velocidad de la Unión Económica y Monetaria es sólo "una cuestión de falso prestigio". El problema, en su opinión, es que el Gobierno intenta polarizar la convergencia en la inflación y supedita a ésta todo lo demás. A su jucio esa convergencia, aunque se logre, no acercará la economía española a los niveles de desarrollo de los países centrales del SME.

Otras crítica se dirigió al sistema de reparto de las ganancias de productividad. El argumento es que si los salarios reales crecen menos que la productividad los asalariados perderán parte de su participación en la renta nacional. Esta idea implica que para garantizar una distribución de la renta que no perjudique a los trabajadores, los salarios reales deben crecer al ritmo que la productividad.