El alcalde de Fuenlabrada advierte que cerrará todos los restaurantes chinos
El Ayuntamiento de Fuenlabrada clausurará todos los restaurantes chinos de la localidad que antes del próximo mes no corrijan las deficiencias sanitarias y urbanísticas detectadas durante una campaña de inspección. El alcalde, José Quintana, envió el pasado lunes una nota a los 10 establecimientos del municipio en la que daba ocho días de plazo para solventar las irregularidades. Estos restaurantes tendrán que tener subsanadas estas irregularidades el lunes o serán clausurados.
En una primera revisión efectuada hace varios meses ya se amonestó a aquellos restaurantes chinos que no tenían licencia de apertura y que tampoco cumplían la normativa sanitaria.Posteriormente, en el mes de mayo, la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) y el Centro de Salud Municipal realizaron un nuevo estudio sobre las condiciones de estos establecimientos. Finalizada la campaña se han vuelto a detectar irregularidades como la mala conservación de las instalaciones, el almacenamiento inadecuado y la suciedad en general. Asimismo, la iluminación es escasa, no existen hojas de reclamaciones y los empleados no cuentan con carné de manipulador. Para el Ayuntamiento la notificación que se les ha enviado durante esta semana puede considerarse como un ultimátum que podría provocar la clausura de algunos de estos establecimientos.
La excusa del idioma
Jesús Barrera, director del Centro de Salud Municipal, aseguró que los propietarios y empleados de estos restaurantes siempre se excusan en el problema del idioma para hacer caso omiso a las indicaciones del Ayuntamiento. En esta ocasión miembros de la OMIC aseguran que no va a haber más treguas para estos propietarios, a los que incluso se les han dado cursos especiales para que corrijan las insuficiencias.Para el Ayuntamiento de Fuenlabrada, en el caso de que se hubieran visto deficiencias muy graves automáticamente se habrían cerrado estos establecimientos. En cualquier caso, hasta la OMIC de Fuenlabrada han llegado reclamaciones pero ninguna de ellas alarmante, según fuentes de esta oficina.
Pablo Ruán, dueño de El Palacio de Pekín, uno de los pocos que. parecía dominar el castellano, afirmó que el Ayuntamiento tan sólo les ha pedido que pongan luces pero en ningún momento "ha amenazado con cerrar". Según los empleados municipales que han notificado las órdenes de advertencia a los establecimientos, la mayor parte de los propietarios y encargados de los chinos no ha mirado ni siquiera las notas que se les han entregado.
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