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El jardín de la Fundación Ortega, convertido en museo de escultura

La colección de Jacques Hachuel recoge todas las tendencias del siglo XX

El jardín de la Fundación José Ortega y Gasset, en Madrid, se convierte hoy en un museo de escultura al aire libre con la instalación de 30 esculturas de la colección privada del empresario y financiero Jacques Hachuel. Las obras, expuestas hasta el 20 de julio, de artistas españoles y extranjeros, reflejan las corrientes más actuales de la escultura contemporánea.

Una cabeza del pensador José Ortega y Gasset, realizada por Pablo Serrano, ocupaba hasta ahora, en solitario, el jardín que rodea la fundación, situada en Fortuny, 53. A las ocho de esta tarde se presentará la muestra de la colección de escultura de Jacques Hachuel, con la intervención de la presidenta de la fundación, Soledad Ortega, y del propio coleccionista.Desde la calle se pueden ver en el centro del jardín un Personaje de Joan Miró; el granito Lo profundo es el aire, de Eduardo Chillida; la Arquitectura espacial, de Fernando Mignoni; el Tótem, de Takis; el EK 651, de Ellsworth Kelly; el Umbral 3, de Palazuelo; un móvil de Calder, y el Alto sound, de Anthony Caro, que se aprecia mejor desde la hierba. Dentro de la fuente sin agua se ha situado la Sirena de Henry Laurens.

El monumento de Pablo Serrano está acompañado por la Mano de André Beaudin y, contra la pared, la pieza de cemento, cristal y hierro de Cristina Iglesias. La entrada de la fundación está escoltada por una mujer de pie de cerca de tres metros de Alberto Giacometti y una campana de Antoni Tápies.

La pieza Dinamismo, de Edgar Negret, y otra de Lobo invitan a un recorrido en torno al edificio que, sin pisar La silueta del acuchillado, de Andrés Nagel, presenta una plancha de acero cortén de Richard Serra frente al hierro y zinc de Miquel Navarro. En las pérgolas se ha colgado una esfera amarilla de Jesús Soto, y en el suelo, un acero de Txomin Badiola y un círculo de pizarras de Richard Long.

Una Línea indeterminada de Bernar Venet acerca a la intimidad de una terraza en sombra, en donde se han dispuesto La academia, de Pablo Gargallo; una Mujer de Julio González y un bronce de Jean Arp. En esta selección, realizada por la galerista Elvira González, faltan otras piezas de Mario Merz (un iglú de acero y cristal), Oteiza, Chillida, Daniel Gutiérrez y Ruckreim.

"La colección sirve para ver la personalidad de Hachuel. Presenta lo ecléctico, lo disperso y la inquietud, que es también él reflejo del siglo en sus diferentes caminos y tendencias. Para comprar hace falta dinero, pero también entusiasmo", dice Elvira González.

Con la colección de Hachuel, cuyos fondos de pintura y escultura se han presentado en Burgos y Nueva York, la Fundación Ortega y Gasset quiere realizar una serie de proyectos de artistas que ocupen el espacio del jardín. Jacques Hachuel, académico honorarlo de la Real Academia de Bellas Artes, patrono de la Fundación Guggenheim y de la Tate Gallery, está propuesto como patrono de la Fundación Ortega y Gasset.

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