González "exigió" las medidas contra Galeote y Navarro en contactos previos a la ejecutiva
Felipe González impuso la separación temporal de Guillermo Galeote como responsable de finanzas del PSOE y la dimisión del diputado Carlos Navarro como tesorero del grupo parlamentario. Su criterio quedó claro en conversaciones que mantuvo antes de la reunión de la ejecutiva del pasado jueves con Alfonso Guerra y Txiki Benegas, entre otros. Eduardo Martín Toval, presidente del grupo parlamentario, fue el único dirigente que se opuso a las sanciones. Tras la ejecutiva, sólo en sectores del área económica del Gobierno se indica que las medidas adoptadas se quedaron cortas.
Con su iniciativa, según dirigentes socialistas, Felipe González evito que se produjeran enfrentamientos abiertos en el seno de la ejectitiva. "Felipe no consensuó la salida, sino que la. exigió", asegura, uno de los asistentes a la reunión del jueves.Con la postura de Martín Toval ,sólo se alínearon unos pocos dirigentes; entre ellos, el ugetista José Ángel Fernández Villa. La separación de Galeote de sus funciones fue adornada por el rechazo formal a su dimisión como miembro de la ejecutiva, rechazo que fue expresado, entre otros, por el propio secretario general del PSOE. Guerra intervino en plena. sintonía con el número uno del partido.
El primero en intervenir en la reunión fue Benegas, quien negó la validez de alguna de las pruebas más concluyentes aportadas hasta ahora sobre la financiación irregular del PSOE. Felipe González dijo que el Tribunal de Cuentas debe contar con medios suficientes para que investigue, y aseguiró que, en la actual situación, los socialistas deben escoger entre seguir el camino de "una cierta buena fe" que, según su cpinión, ha caracterizado al PSOE, hasta ahora o encuadrarse ya directamente en la "vía cínica" de los viejos partidos europeos acostumbrados a soportar y superar escándalos.
González apostó por la primera fórmula y, con respecto a los análisis que pueda realizar el Tribunal de Cuentas, en la reuníón se constató que el PSOE está convencido de que una investigación a fondo sobre las finanzas de los partidos no le perjudicará más que a otrás formacionas, sino al contrario.
Galeote se salvó
El secretario general del PSOE también expresó su profunda preocupación por la merma de credibilidad que puede sufrir el sistema democrático en este tipo de casos, informa Anabel Diez.Pese a que en la ejecutiva nadie se expresó a favor de elevar las sanciones, sectores del Gobierno, especialmente del área económica, han acogido de mal grado el hecho de que Galeote no haya sido apartado definitivamente de su puesto, porque consideran que lo acordado el jueves no es suficiente para atajar la mala imagen del PSOE.
Junto a esta excepción, la dirección del partido ha cerrado filas una vez más, y atribuye a una campana exterior contra el PSOE las denuncias por presunta Financiación irregular del partido. Algunos, como Martín Toval y Fernández Villa, incluso sostienen que se trata de una campana contra el propio González. Sólo algunas opiniones aisladas discrepan.
Así, Luis Yáñez, hombre próximo a la dirección, señaló ayer: "En el PSOE han ocurrido cosas indeseables, y algunas acusaciones vertidas contra el partido no son sólo montadas por los medios de comunicación, porque eso sería decir la mitad de la verdad". Lo cierto es que en la reunión de la ejecutiva nadie puso en duda la validez del informe presentado por Benegas, en el que se desmentía toda acusación.
El tono de González fue institucional, según asistentes a la reunión de la ejecutiva, y reiteró la necesidad de que la opinión pública percibiera una imagen de transparencia total, por lo que el partido debía someterse a todo tipo de fiscalización. Además de las medidas anunciadas por Txiki Benegas el día anterior, el secretario general, ya en el orden interno, señaló que todos los ejecutivos debían ser corresponsables de la gestión de las finanzas, así como los miembros del comité federal, para que no cupiese duda de que la contabilidad era un asunto de unos pocos y revestida de secreto.
[Carlos Solchaga deberá informar al Congreso, a petición de Izquierda Unida (IU), sobre las actuaciones emprendidas por su departamento para esclarecer las supuestas anomalías fiscales de las empresas vinculadas con la financiación del PSOE.]
Dirigentes socialistas identificados con González aseguraron que "las medidas arbitradas eran las que convenía poner en práctica: por un lado, contundencia en la necesidad de limpieza del partido y saneamiento de las prácticas aisladas que puedan ser irregulares; por otro, deben ser los tribunales los que depuren las pruebas antes de tomar medidas de más calado".
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