"No ha habido rebelión ni en el norte ni en el sur de Irak"
Hamid Yusef Hamadi acaba de llegar a la cabeza del Ministerio iraquí de Información y, por tanto, no es responsable de los horribles tonos azules que decoran su despacho. De lo que sí asume la paternidad es de los nuevos aires que recorren la casa. "Nada más llegar suprimí la censura", se apresura a precisar. Sin embargo, en cuestión de política interna, ofrece la misma imagen de solidez que los muros de Babilonia: niega de forma rotunda que en su país se acabe de vivir una guerra civil, y desconfía, casi hasta la ofensa, de cualquier periodista occidental que se le siente enfrente. Pero, a su derecha, un televisor sintoniza constantemente la CNN.
Irak sufre, desde hace un año, enormes convulsiones. La invasión de Kuwait, la preparación para la guerra, la tremenda derrota, las rebeliones de los kurdos y los shiíes... Ahora, el Gobierno de Sadam se apresta a la reconstrucción y pretende que la normalidad impera. Que no hay problemas pendientes.
Pregunta: Las recientes revueltas tanto en el sur como en el norte de su país han abierto una brecha en el tejido social que puede tener graves consecuencias para la estabilidad política, ¿qué medidas prepara su Gobierno para recobrar la confianza de la población?
Respuesta: Está usted asumiendo cosas. Habla de revueltas, de que no hay confianza entre el Gobierno y el pueblo. Ustedes, los periodistas occidentales, tienen ideas preconcebidas, basadas en la propaganda norteamericana y británica.
No ha habido rebelión en el Norte, y tampoco en el Sur. Se trató de infiltrados de Irán. Tanto Rafsanyani como Bush lo han confesado. Y si ha habido una rebelión en el Norte, duró sólo 11 días. Han confesado que vinieron de Siria, Turquía e Irán. ¿Se ha preguntado por qué no hubo una revuelta antes de la invasión norteamericana?
P. Entonces, ¿puede decirme por qué tras estos incidentes su Gobierno ha iniciado negociaciones con los dirigentes kurdos?
R. Estas negociaciones hansido intermitentes durante los últimos 10 años, pero norteamericanos y europeos han descubierto de repente, tras la invasión terrestre, cuánto quieren a los kurdos. Hasta el punto de que ocupan las primeras páginas de sus periódicos y los boletines de noticias 24 horas al día. Nada sobre el sufrimiento de África o las víctimas de Bangladesh.
Kurdos e invasores
Tanto nosotros como los representantes kurdos consideramos que era el momento adecuado para reunirnos y "quitar la alfombra de los pies" del invasor, tal como dice el refrán iraquí. Por cierto, que esto no ha gustado a Occidente ni a su estilo de doble moral, ya que, en lugar de animarnos, no hace sino meter cizaña. No tiene más que mirar los incidentes de Sajo y Dohuk, donde están permitiendo que la gente ataque las comisarías de policía. Y aquí les acuso a ustedes, periodistas occidentales, porque no cuentan por qué sucede eso bajo la presencia norteamericana y no en otros lugares donde hay incluso más kurdos, como en la frontera con Irán.
P. Como responsable de información de su país, ¿puede decirme en qué estado se hallan las conversaciones con los kurdos?
R. Están progresando. Pronto puede firmarse el acuerdo. Quedan pequeños detalles que vamos a superar.
P. ¿Cuáles son esos pequeños detalles que retrasan el acuerdo?
R. No estoy en condiciones de revelarlos, pero son cuestiones menores. Lo importante es que se va a alcanzar un acuerdo.
P. El presidente Sadam Husein ha hablado de poner en marcha un proceso de democratización. ¿Cuáles son los límites?
R. Permítame un par de aclaraciones previas. Irak nunca ha tenido un sistema multipartidista, excepto por un breve espacio de tiempo en 1946. Tampoco hemos elegido nunca a un presidente en 6.000 años. La idea de establecer el multipartidismo fue suscitada por los actuales dirigentes en 1970, dos años después de alcanzado el poder. Su propuesta llevó a una coalición de partidos al Gobierno, pero las circunstancias posteriores, en especial la guerra con Irán, impidieron que se desarrollara el proceso. La idea se recogió de nuevo en 1987, y al año siguiente, al concluir la guerra, se formaron comités para ponerla en práctica. Estaba previsto un referéndum sobre la nueva Constitución para el pasado 17 de agosto, y elecciones presidenciales para el 14 de noviembre del año pasado. El modelo es muy similar al francés: presidente, primer ministro, y un legislativo bicameral. Por supuesto, se prevén partidos políticos, libertad de prensa, etcétera, con las limitaciones que marque la ley. Es un proceso irreversible, no una decisión tomada porque hayamos perdido la guerra.
P. Su país está embarcado en un proceso de reconstrucción febril, ¿existe la misma urgencia por establecer esas vías de participación ciudadana en el poder?
R. Ambos van unidos, pero tenemos mucho que hacer, porque la destrucción es muy amplia. Tras el bombardeo norteamericano, los infiltrados iraníes completaron la tarea.
P. Usted critica la propuesta de la ONU para que Irak dedique un 30% de sus ingresos por petróleo al pago de reparaciones de guerra. ¿Cuál es su contrapropuesta?
R. Tenemos deudas que pagar, intereses de esas deudas, y además debemos asignar fondos para la reconstrucción, así como la importación de comida y medicinas. Las estimaciones de la ONU estaban basadas en nuestros presupuestos de los años ochenta, cuando estábamos en guerra con Irán. Además, no existía la actual inflación. Pedimos una moratoria de cinco años y no se aceptó. Admitiríamos hasta un 10% de las ventas de petróleo. El problema es que el Consejo de Seguridad no discute, simplemente impone sus condiciones.
P. ¿En qué medida el Irak de 1992 va a ser diferente al de hoy?
R. Si se nos permite exportar petróleo e importar medicinas y alimentos, subirá el nivel de vida y se restablecerán los servicios. En un par de años, algunos países criticarán a Irak por tener un sistema multipartidista.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Kurdistán
- Kurdos
- Shiíes
- Operación Tormenta del Desierto
- Permisos residencia
- Limpieza étnica
- Guerra Golfo
- Libertad expresión
- Consejo Seguridad ONU
- Manipulación informativa
- Irak
- Delitos contra Humanidad
- Política migratoria
- Acción militar
- Migración
- ONU
- Oriente próximo
- Etnias
- Política exterior
- Demografía
- Gobierno
- Asia
- Guerra
- Administración Estado