Nadie compró el 'miró' ni el 'picasso' reivindicados por la familia Coca que salieron ayer a subasta

Nadie quiso comprar los cuadros Mujer y pájaro en la noche, de Joan Miró, y La araña de mar, de Picasso, que sacó ayer a subasta en Madrid la firma Edmund Peel & Asociados. Los herederos del financiero Ignacio Coca habían dicho el día antes que quien comprase los cuadros compraría también un pleito, en declaraciones que Peel calificó como intento inmotivado de torpedear la subasta. Los Coca reivindican la propiedad de los cuadros, depositados como aval de un préstamo, pero no vendidos, según su versión, al criador de caballos J. T. Lundy, de Kentucky (Estados Unidos).

La obra de Miró salió en 120 millones de pesetas, cantidad que fue cubierta. En la siguiente puja subió a 130, y en la tercera y última a 140. Personas desconocidas lanzaron el cuadro hasta este límite, pero nadie lo pasó. Al no haberse alcanzado así el precio de reserva, que Edmund Peel mantuvo en secreto, éste quedó sin vender. El Picasso, inexportable, salió en 100 millones de pesetas pero nadie pujó, por lo que fue retirado. Esta sesión especial, en el hotel Ritz, duró apenas 10 minutos a sala casi llena. Salieron además a la venta 24 obras de arte contemporáneo de las que se vendieron sólo siete por un total de 19.6 millones.Enrique Sánchez Prieto, abogado en representación de la familia Coca, no ocultó su satisfacción. "Temíamos perder la pista del Miró en caso de que se vendiera a un extranjero, lo que habría dificultado el litigio". Edmund Peel leyó antes de la subasta una declaración en la que insistió en que la querella presentada por la familia Coca poniendo en cuestión el título de propiedad de J. T. Lundy, "ha sido totalmente desestimada y, por lo tanto, los recursos presentados por las posibles acciones civiles mencionadas por los señores Coca Moroder afectarán exclusivamente a sus relaciones con el vendedor, pero en ningún caso a los compradores en esta subasta".

Peel reconoció luego que la polémica suscitada perjudicó su desarrollo, y dijo sentirse un poco desilusionado por la retirada del Miró y del Picasso. No quiso contestar a la pregunta de si los subastará de nuevo.