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EL CAMBIO EN RUSIA

El futuro soviético, pendiente del duelo entre Borís Yeltsin y Mijaíl Gorbachov

Pilar Bonet

El futuro de las relaciones entre el presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, y Borís Yeltsin, gran triunfador de las elecciones a la presidencia de la Federación Rusa, es una de las mayores incógnitas que se presentan en la política soviética, en pleno cambio de las relaciones de poder entre el Kremlin y la principal república de la URSS. Yeltsin, que será recibido la semana próxima por George Bush en Washington, obtuvo un 56,75% de los votos, según resultados oficiales definitivos en 10 (de un total de 88) distritos electorales. En esos mismos distritos, el ex jefe del Gobierno Nikolái Rizhkov alcanzó el 16,14%, y el líder del Partido Liberal Democrático, VIadímir Yhirinovski, el 8,18%. En Moscú, Yeltsin logró el 71,96% de los votos.

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El ministro de Exteriores de Rusia, Andréi Kozyrev, admitió ayer que habrá quien interprete el próximo viaje de Yeltsin a Washington como un intento de presionar sobre el presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, pero la Administración rusa lo ve como un reforzamiento de las relaciones entre Rusia y la URSS con EE UU, según la agencia informativa RIA.Tras la victoria de Yeltsin, las relaciones entre el Kremlin y la casa blanca (nombre que se da en los medios políticos moscovitas a la sede del Parlamento ruso) van a redefinirse, en opinión de los observadores, que se preguntan sobre la actitud que tomará Borís Yeltsin, cuya campaña electoral se ha caracterizado por su contención hacia el Kremlin.

Tanto Gorbachov como los medios próximos a él se manifiestan con optimismo sobre el Tratado de la Unión, pero en realidad existen aún serios problemas para que repúblicas como Ucrania -que sigue pensando en crear su propia moneda- estampen su firma o para que el Congreso de los Diputados Populares de la URSS acceda a autodisolverse poco después de su segundo aniversario con el fin de propiciar el siguiente paso de la reforma descentralizadora y democratizadora.

Medios del Parlamento ruso pronostican que los centros de decisión de la política soviética van a diversificarse a partir de ahora.

Reacción comunista

Los sectores comunistas conservadores minimizan o ignoran públicamente la apabullante victoria de los sectores democráticos el 12 de junio.

Ayer, el diario Pravda, portavoz del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), consideró que la victoria de Yeltsin era "apenas suficiente", y el diario Soviétskaya Rossiya, órgano del Partido Comunista Ruso, acusó a los partidarios de Borís YeItsin de irregularidades en las urnas. En medios comunistas reina una clara conciencia de la derrota sufrida y de la incapacidad de defender siquiera el nombre de Leningrado o de evitar que Gavriil Popov y Anatoli Sobehak fueran elegidos como los primeros alcaldes democráticos de las dos ciudades más importantes del país.

En su primera conferencia de prensa como alcalde electo, Popov anunció que su primera medida será la gratuidad de los transportes públicos para los jubilados.

Los sectores ortodoxos del PCUS tratan de conseguir que se convoque un congreso extraordinario destinado a "echar del partido a la fracción de Gorbachov", según los planes expresados por el economista Aleksel Serguélev, miembro del Comité Central del PCUS y candidato a la vicepresidencia de Rusia en el equipo del general Albert Makashov.

Reformistas del PCUS

Los reformistas del PCUS, a su vez, tratan de desmarcarse de los conservadores colocándose en una línea socialdemócrata sin perder la herencia organizativa y material del PCUS.

Uno de los caballos de batalla de la división es el nuevo programa del partido, que conforme a los planes que están en vigor debe ser aprobado en una conferencia en el transcurso de este año.

Sin embargo, los reformistas no quieren repetir la experiencia de la Plataforma Democrática (hoy convertido en el Partido Republicano), integrada por los reformistas que abandonaron el PCUS en el 281 Congreso, en 1990, pere; que no han podido organizar una alternativa fuerte.

"Para los demócratas no tiene sentido salir del PCUS sin Gorbachov", nos decía ayer Otto Lascis, miembro del Comité Central del PCUS y de la comisión redactora del nuevo programa.

Frente al PCUS

Frente al PCUS aparece hoy, cada vez más organizado, el movimiento de masas Rusia Democrática, una amplia coalición de fuerzas políticas cuyo punto más controvertido en la actualidad es transformarse o no en un partido, según me decía ayer el diputado ruso Lev Ponomariov, encargado de cuestiones organizativas.

Varios miembros de Rusia Democrática, entre ellos Ponomariov, se reunieron el pasdo mes de mayo con Aleksandr YakovIev, asesor especial del presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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