Pieles y pollos
A los defensores de los animales les preocupa, les indigna, que las señoras lleven abrigos de pieles.Hace unos días, en un reportaje televisivo, nos mostraban para horrorizarnos la forma en la que mueren esos animales de pieles hermosas: electrocutados o con el cuello retorcido, etcétera.
Todo el mundo, sin embargo, está conforme en matar animales para alimentarnos. Es una necesidad, dicen, y las pieles son un lujo, porque para abrigarnos sirve cualquier plástico o la piel del cordero aprovechando que nos lo hemos comido. Bien, bien, también podemos comer tomates y huevos en vez de chuletitas de ternasco o solomillo de buey. ¿Y qué me dicen de las pobres cigalas, tan contentas que podían estar ellas paseando por el fondo de sus mares, en vez de patas arriba en nuestro plato, víctimas de nuestra glotonería? La verdad es que son exquisitas.
También es exquisita, por ejemplo, la piel de visón: suave, dúctil, ligera, preciosa. ¡Ah!, y duradera. Es incomparable.
En mi opinión (de carnívora y aficionada a las pieles), el problema no está en cómo matamos a los animales que nos son útiles, siempre que sea una muerte rápida, sino en cómo viven.
Es monstruoso tener a un zorro en una jaula diminuta. Que le den espacio abierto suficiente para que esté a gusto. De lo contrario, que se prohiba la cría del zorro.
Es monstruoso también criar pollos, tan, tan, tan apretujados que no tienen espacio para extender las alas ni de uno en uno. ¡Pobres! Ellos, que se pasan el día "volando en tierra" cuando tienen libertad. Prohibido, pero ya: aquí menos pollos más metros cuadrados. Es indignante que, para la mayoría, estas crueldades pasen inadvertidas, porque no producen sangre ni ocurren en público. Pero ocurren, y sin el pretexto del arte (que es buen pretexto, ya que no sólo de pan vive el hombre).
Aquí sólo se trata de la exagerada especulación, de ganar la peseta como sea y, siendo tan maja cuando se gana decentemente, por estos medios se convierte en la cochina peseta.
Espero, con su amable colaboración, poder hacer algo en beneficio de los queridos animales- Carmen Jiménez
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