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Los certificados falsos de Salamanca fueron escritos por la persona que tramitó votos para el PP

Álex Grijelmo

La misma mano que rellenó los certificados falsos de voto por correo en Salamanca escribió también los que determinados electores encargaron que les tramitara el Partido Popular. El hecho fue comprobado ayer por este periódico mediante diversos testimonios y en la documentación que Correos y otros organismos oficiales han puesto a disposición del juez. Tales datos refuerzan las sospechas de que funcionarios del servicio de reparto y miembros del PP cometieron un fraude que pone en duda los resultados del Ayuntamiento y la Diputación de Salamanca, cuyas mayorías se han dirimido por escasísimos votos.

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Gómez Ulla, 21

Los certificados de las hermanas Ana Isabel y María del Carmen Palomero Palomero y de María José García de Elías -quienes han denunciado que alguien votó por correo en su nombre sin ellas saberlo- están escritos con la misma letra que el de Gregorio Martín Martín, quien hace constar en su solicitud expresamente que el documento de su inscripción en el censo debe ser remitido a un domicilio de la calle Gómez Ulla donde se gestionaba el voto por correo para el PP. Alguien tramitó unos votos autorizados -hecho que también parece de dudosa legalidad- y a la vez tramitó otros sin que lo supieran los electores.La mano que escribió unos y otros rellenó al menos 88 votos por correo. Se trata de una persona de las seis que escribieron un total de 600 impresos (los que están documentados en las diligencias), todos ellos supuestamente ilegales porque no se cumplieron los requisitos exigidos.

La investigación judicial, en curso se inició tras los indicios de que en el servicio de Correos de Salamanca se habían desviado a la sede del PP -y a cuatro domicilios de personas encargadas por ese partido- certificados de inscripción en el censo que muchos electores esperaban recibir en su casa. Según esa hipótesis, personas del Partido Popular los recogieron en Correos y los volvieron a enviar las mesas de votación como si ellos fueran los verdaderos electores. Mientras, los auténticos votantes se habrán quedado esperando recibir una correspondencia que ya nunca les llegará.

"Me van a meter un paquete"

Eso les ocurrió a Ana Isabel y María del Carmen Palomero, dos universitarias salmantinas que solicitaron el voto por correo. Cuando estaban dispuestas a ejercer su derecho en su pueblo, Babilafuente, porque no habían recibido el certificado censal, les comunicaron que ya habían votado por correo. Su tía, con la que residen en Salamanca, denunció el hecho y comenzaron las investigaciones. Las dos hermanas se mostraban ayer indignadas al ir conociendo más detalles de lo sucedido. Ambas relataron a este periódico que al día siguiente de la denuncia se presentó en su casa un funcionario de Correos, vestido de uniforme, para pedirles que firmaran un documento donde se indicaba que habían recibido normalmente el certificado del censo y se desdecían de lo anterior. Las dos hermanas se negaron, y el funcionario las inundó de explicaciones sobre supuestos extravíos. Finalmente, acabó reconociendo: "Es que me van a meter un paquete".

También se mostraba indignada ayer María José García de Elías, que votó por correo, sin saberlo, en Ciudad Rodrigo. Ella inició los trámites y esperó el certificado de que estaba inscrita en el censo. Pero la misma mano que votó por las dos hermanas Palomero lo hizo también por ella.

En cambio, Filomena Santos y su marido, Laureano, visitados ayer por este periódico en Aldeatejada, mostraron una actitud radicalmente distinta. Filomena votó también con la misma letra que las dos hermanas y que María José García. Cuando el periodista se presenta, Laureano responde: "¿A quién vota usted?". Tras las consiguientes explicaciones tras las sospechas en torno al voto por correo, Laureano, embutido en un buzo azul, con una llave inglesa en la mano, advierte que no quiere fotos y cuenta que el voto de su esposa lo rellenó otra persona. ¿Quién? "Eso no tengo la obligación de decírselo". Más adelante se le escapa que alguien lo fue a buscar al hospital de Salamanca donde su esposa estaba internada unos días antes de las elecciones.

Una casualidad

Al explicarle que esa letra coincide con la de los votos falsos, Laureano responde: "Será una casualidad. A lo mejor usted y yo tenemos la misma letra". Ante la insistencia en que facilitase el nombre de la persona que les hizo la gestión, Laureano -a quien sus vecinos saben de derechas de siempre-, se niega en redondo.

El principal implicado en los hechos es José María Moreno Balmisa, concejal electo por el Partido Popular en Salamanca y funcionario de Correos en excedencia, que ha sido el responsable del voto por correo en ese partido.

Moreno Balmisa ha reconocido que el Partido Popular gestionó el voto por correo de numerosas personas mediante un procedimiento que él considera legal -opinión contraria a la de PSOE, Izquierda Unida y CDS, personados en el caso- y negó que los votos falsos formaran parte de esa tramitación. La coincidencia de letra más arriba reseñada afecta directamente a esa tesis.

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Sobre la firma

Álex Grijelmo
Doctor en Periodismo, y PADE (dirección de empresas) por el IESE. Estuvo vinculado a los equipos directivos de EL PAÍS y Prisa desde 1983 hasta 2022, excepto cuando presidió Efe (2004-2012), etapa en la que creó la Fundéu. Ha publicado una docena de libros sobre lenguaje y comunicación. En 2019 recibió el premio Castilla y León de Humanidades

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