La policía desaloja a los jubilados que ocupaban una plaza de Buenos Aires
La policía argentina desalojó a primera hora de la mañana de ayer (mediodía en España) a un grupo de ancianos jubilados que desde hacía dos meses habían ocupado y acampado en la plaza Lavalle, en el centro de Buenos Aires, frente al edificio de los tribunales, en protesta por sus bajas pensiones.
La protesta se había convertido en una carga explosiva para el gobierno del presidente Carlos Menem, quien asumió la responsabilidad por la orden de desalojo. Entre los que acampaban se había detectado la presencia de elementos próximos a los militares carapintadas.Pocos discuten la justicia de la protesta de los jubilados que, tras sus años de trabajo, perciben unas pensiones de miseria. El plan económico que lleva el nombre del ministro de Economía, Domingo Cavallo, se basa en mantener una rígida disciplina fiscal: el Estado no debe gastar más de lo que ingresa y, para combatir la inflación, no se recurrirá a la emisión monetaria.
Las consecuencias de una aplicación estricta de esta política económica gubernamental las sufren los jubilados, que iniciaron un movimiento de protesta que se hizo palpable en los que decidieron ocupar la plaza Lavalle. A lo largo de semanas jubilados que vociferaban su indignación eran la imagen con que se abrían casi todos los telediarios. A menos de cinco meses de las elecciones legislativas y de gobernadores, seria prueba sobre la popularidad del Gobierno de Menem, el desgaste que provocaba la protesta de los jubilados resultaba insostenible.
La protesta quedó en entredicho tras la denuncia de la presencia de un grupúsculo de golpistas carapintadas entre los ancianos, que no parecían haber alcanzado la edad del retiro. Entre este grupo de apoyo a los jubilados llamó la atención la presencia de Rubén Gioannini, un sindicalista de 43 años, a quien se le atribuyen vinculaciones con el ex teniente coronel golpista Aldo Rico.
Durante la protesta de los jubilados adquirió también notoriedad Norma Guimi, viuda de Pla, que en los días pasados apareció en la prensa con una gorra de policía en las manos, como una especie de trofeo, conseguido durante una trifulca.
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