Israel rechaza las propuestas de EE UU sobre Oriente Próximo

Israel ha rechazado las soluciones de compromiso propuestas por EE UU sobre Oriente Próximo y la participación de la ONU en cualquier conferencia de paz, a pesar de la petición personal efectuada por el presidente norteamericano, George Bush, al Gobierno de Tel Aviv. El primer ministro, Isaac Shamir, remitió una largo mensaje de respuesta a Bush en el que se opone a las demandas de flexibilidad en el proceso negociador.

El primer ministro israelí reitera que su Gobierno participará en una conferencia de paz regional si ésta se limita a servir como vehículo para unas "negociaciones directas" de paz con los países árabes y con los palestinos de los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania, dijeron fuentes oficiales. Por su parte, el titular de Exteriores, David Levy, acusó a Siría de imponer condiciones previas para el diálogo e impedir así el inicio de un proceso de conversaciones serio.Un portavoz oficial que calificó el mensaje de "positivo" dijo en Jerusalén que la posición de Shamir en su escrito de ocho folios "es muy clara y se opone a la nueva convocatoria de una conferencia de paz" en la que participaría un representante del secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, como observador "silencioso". En Washington, Marlin Fitzwater, portavoz de la Casa Blanca, evitó calificar de "rechazo" la respuesta israelí a las demandas de Bush y subrayó que ninguna declaración puede considerarse como definitiva. Fitzwater reconoció que algunas posturas no eran demasiado "esperanzadoras".

De acuerdo con fuentes norteamericanas, el presidente Bush, tratando de romper el actual bloqueo de los esfuerzos llevados a efecto para iniciar conversaciones de paz en Oriente Próximo, pidió de Israel la aceptación de un "papel menor" de la ONU en la organización de la conferencia. Sin embargo, según esas fuentes, Shamir teme que las Naciones Unidas traten de forzar una retirada de Israel de los territorios árabes ocupados en la guerra de los seis días (1967), en los que viven 1,7 millones de palestinos. Siria persigue un papel determinante de la ONU en las negociaciones en base a las resoluciones 242 y 338, que contemplan la retirada israelí. Israel, escribe Shamir a Bush, sólo admitirá la participación de la ONU en un foro regional cuando concluyan las negociaciones de paz, y para refrendar sus acuerdos con árabes y palestinos.