La población envejece, pero hay pocas camas de larga estancia

La región madrileña tiene un número bastante bajo de camas de media y larga estancia, precisamente las que suelen necesitar las personas de la tercera edad con problemas de salud, según se desprende de los datos recogidos por la Dirección General de Planificación, Formación e Investigación de la Consejería de Salud desde 1988 y que ayer fueron presentados en los tres volúmenes del libro Mapa sanitario de la Comunidad de Madrid.

De las más de 22.000 camas con que cuenta la región, repartidas entre 402 centros sanitarios públicos y privados, son 4.500 las que se destinan a estancias largas o medias, mientras que 17.500 están destinadas a procesos agudos. La relación entre la participación pública y privada en estas dotaciones indica que los centros públicos aglutinan el 77,52% de las camas de agudos, mientras que en las de estancias más prolongadas es el sector privado el que controla el mayor porcentaje, con un 58,11%.

El estudio, realizado con la colaboración de todos los servicios sanitarios dependientes tanto del Ayuntamiento de Madrid como de la dirección territorial del Insalud y de la Consejería de Salud, responsable del proyecto, concluye que la población madrileña está envejeciendo. Mientras que en 1975 los menores de 10 años eran el 19% de la población, en 1986 eran menos del 15%, mientras que los mayores de 65 años pasaron del 8,3% al 10,4% en ese mismo periodo.