La OEA debate en Chile la democratización en América Latina

La XXI asamblea anual de la Organización de Estados Americanos (OEA) comenzó ayer en Santiago de Chile sus trabajos, que se prolongarán hasta el sábado, con asistencia de representantes de 34 países de América. Un total de 23 ministros de Asuntos Exteriores, cuatro viceministros y siete embajadores debatirán sobre el modo de reforzar los procesos democratizadores en el continente americano y fortalecer la OEA como foro de diálogo. El presidente chileno, Patricio Aylwin, inauguró ayer la asamblea, acompañado del secretario general de la organización, el brasileño Joâo Baena.

Es la segunda ocasión en la que la OEA se reúne en Santiago. La vez anterior fue en 1976, durante la dictadura de Augusto Pinochet y en aquel entonces la gran figura de la asamblea fue Henry Kissinger, secretario de Estado norteamericano. Ahora, EE UU está representado por el secretario de Estado adjunto Lawrence Eagleburger, quien ha explicado que la ausencia de su jefe, James Baker, no resta importancia a la asamblea. En la agenda oficial hay 51 puntos, pero lo más importante es la defensa de la democracia en el hemisferio y la aportación a tal defensa que puede hacer la OEA, pese a que sus estatutos prohiben cualquier intervención.