Críticas en Francia a los cambios en su tradicional política de asilo

Unos 100.000 ciudadanos extranjeros están pendientes en Francia de la concesión del estatuto de exiliado político, ha informado el Ministerio francés de Asuntos Sociales e Integración. La dramática situación de esas personas ha salido a la luz gracias a la huelga de hambre seguida en París, Burdeos y otras ciudades por unos 200 turcos, kurdos y africanos. La actitud de las autoridades ha sido criticada por quienes creen que con ella Francia cuestiona su habitual política de asilo.Los huelguistas intentan impedir su expulsión de un país cuyo carácter de tradicional tierra de asilo es puesto en cuestión por una política cada día más restrictiva.

A sus 79 años de edad, el abad Pierre, uno de los personajes más populares de Francia, se ha solidarizado con los huelguistas de hambre recluidos en la iglesia parroquial de Saint-Joseph-des-Nations, en París.

El pasado lunes, el abad Pierre se instaló en la iglesia, anunció su intención de compartir el hambre y la sed de los 54 turcos, kurdos y africanos allí recluidos y justificó su actitud con las siguientes palabras: "Estas pobres gentes sólo pretenden vivir sin miedo en nuestro país".

Entre los huelguistas de hambre de Saint-Joseph-des-Nations se encontraban personas que decían haber sido detenidas y torturadas por la policía turca.

La mayoría llevaba dos o tres años residiendo en Francia y sus expedientes de demanda de asilo estaban paralizados por falta de pruebas. Un kurdo de nacionalidad turca comentó: "La policía no me dio un certificado de tortura cuando salí de la comisaría".

Unos 100.000 extranjeros están en el mismo caso que los huelguistas de hambre apoyados por el abad Pierre. Por el momento, las autoridades francesas han descartado tanto la regularización masiva de esas situaciones como la expulsión general. El nuevo ministro de Asuntos Sociales e Integración, Jean-Louis Bianco, se ha declarado dispuesto a estudiar a fondo el problema.

"Examinar todos los casos"

"Vamos a examinar todos los casos, pero puedo adelantar que una parte de los demandantes tendrá que volver a sus países", anunció el pasado jueves un portavoz del Ministerio de Asuntos Sociales.Esa misma fuente recordó que, dada la decisión francesa de cerrar sus puertas a nuevos trabajadores inmigrantes, la petición de asilo político se ha convertido en los últimos años en un "truco generalizado" para intentar instalarse definitivamente en Francia.

Frente a las acusaciones de que Francia ha abandonado su tradicional política de asilo, el Ministerio de Asuntos Sociales e Integración informó que el pasado año Francia aceptó a 12.000 refugiados políticos y regularizó la situación de 15.000 extranjeros en situación ilegal.

No obstante, la Oficina Francesa para la Protección de los Refugiados y Apátridas subraya que las mil demandas mensuales de asilo político que son aceptadas por las autoridades representan tan sólo el 15% de las presentadas.