Los hermanos Coen ganan por unanimidad la Palma de Oro con la película 'Barton Fink'

ENVIADO ESPECIAL La película norteamericana Barton Fink, de los hermanos Joël y Ethan Coen, recibió ayer por unanimidad la Palma de Oro del Festival de Cannes, máximo galardón del certamen, y, además, el premio a la mejor dirección. El premio especial del jurado recayó en La belle Noiseuse, de Jacques Rivette, y el de la crítica internacional fue otorgado a La doble vida de Verónica, del polaco Krysztof Kieslowski. El premio de interpretación masculina fue para John Turturro (Barton Fink, Joël y Ethan Coen), y el de interpretación femenina, para Irène Jacob (La doble vida de Verónica, Krysztof Kieslowski). Ridley Scott clausuró anoche con su última gran obra, Thelma y Louise, esta extraordinaria edición.

El premio del jurado recayó, ex aequo, en Europa, de Lars von Trier, y en Fuera de la vida, de Maroun Bagdadi. El jurado premió también al actor Wesley Snipes por el filme de Spike Lee Jungle fiver, y a Samuel L. Jackson como mejor intérprete secundario por esta misma película. El premio de la Comisión Superior Técnica del Cine fue concedido a Europa, de Lars von Trier; la Cámara de Oro, que se concede a los cineastas que presentan su primera película, fue para el belga Jaco van Dormael, y la Palma de Oro al mejor cortometraje se dividió entre Push comes to Shove, filme de animación del norteamericano Bill Plympton, y Con las manos en el aire, del polaco Mitko Panov.Nada más finalizar la ceremonia de entrega de los premios, la cadena de televisión Antenne 2 entrevistó velozmente a los triunfadores. Joel Coen dijo: "Mi hermano y yo no estamos acostumbrados a estas cosas. No creo, como han dicho, que hagamos cine nuevo, sino cine inspirado en el clasicismo de nuestro país. Trabajamos dentro de una tradición y queremos ser consecuentes con ella".

Fiel a sí mismo

El actor John Turturro dijo: "Me alegro por Barton Fink. Yo vivo el cine y lo pasé tan bien haciendo este personaje que ya es un viejo amigo". Por su parte, lrène Jacob, todavía asustada, balbució: "Amo a Verónica". A Rivette, siempre fiel a sí mismo, se lo tragó la tierra.

La resonancia popular del filme que clausuró el certamen, de Ridley Scott (futuro realizador de uno de los Cristóbal Colón que se anuncian para 1992, 500º aniversario del descubrimiento de América), se vaticina multitudinaria. Thelma y Louise fue presentada fuera de concurso, pues una obra de estas características tiene su carrera comercial garantizada y no necesita del aval de ningún premio.

Es una de esas películas que combinan a la perfección el espectáculo puro, el cine considerado como aventura y como gozo -tiene mucho de western actual, de road movie, y su humor, su dureza y su ritmo trepidante contagian y fascinan al espectador- con el cine considerado como representación de la imagen de nuestro tiempo y como forma de conocimiento. El fascinante espectáculo visual que crea este maestro del cine contemporáneo, creador de Alien y Blade runner, lleva dentro autént:cas cargas de profundidad.