Litri confirma la alternativa esta tarde

Miguel Báez Litri vuelve esta tarde a la feria de San Isidro, en la que sólo actuó como novillero en 1987, para confirmar la alternativa tres años y medio después de haberla tomado. Está anunciado con José Ortega Cano, máximo triunfador hasta ahora de la temporada y que encabeza el escalafón en número de festejos y orejas cortadas, y José Mari Manzanares, que también regresa a la feria tras su ausencia de 1990.Los toros, que pertenecen a la ganadería de Garzón, tienen un enorme trapío y peso (575 kilos el más pequeño y 680 kilos el mayor). Uno de ellos fue rechazado ayer en el reconocimiento veterinario por su pobre cabeza, aunque el ganadero presentará esta mañana varios más para su sustitución.

Litri, nacido hace 22 años en Madrid y criado en Huelva, cruza los dedos en vísperas de su confirmación, pues indica que confía en que a la tercera vaya la vencida y no suceda nada que le impida torear: "Estoy como un niño el día de Reyes, pues parece que por fin voy a cumplir mi sueño, a no ser que me caiga por las escaleras del hotel, pues ya es conocido (que en 1989, por la hepatitis, y en 1990, por la cogida de la vaca, me fue imposible hacerlo, pese a mi ilusión y después de estar anunciado".

El diestro asegura que ya superó el bache moral que sufrió tras la sevillana Feria de Abril, cuando se vio obligado a dejar a su anterior apoderado, José Luis Marca, para decidirse de entre las muchas ofertas que recibió por la de Pedre Balañá: "Fue duro porque me di cuenta que Marca no confiaba en mí, todo lo contrario que Balañá, al que quiero regalarle un fuerte éxito en Las Ventas,".

Un éxito que se conforma igual como mínimo a los que obtuvo en esta plaza en su etapa novilleril, como explica: "Así es, entonces calé muy hondo en la afición madrileña, que, sea cual sea tu estilo, se entrega siempre que lo hace el torero en el ruedo, y yo lo haré en grado superlativo".

Litri, que admite que las exigencias ahora serán mayores, no sabe si utilizará el litrazo o el toreo clásico para ese triunfo del que está casi convencido: "Depende de cómo salga el toro, porque a mí me gusta más lo clásico, pero no siempre se puede desarrollar". No, obstante, termina señalandoque confía en que los toros de Garzón, que eligió su padre para este compromiso, salgan con la casta que les caracteriza y, sobre todo, que no se caigan. Esta será su octava corrida de la presente temporada.

Ortega Cano, 37 años, acaba de llegar de México con otra colección de triunfos que añadir a su buena temporada actual y asegura que va a demostrar que tanto éxito no es casual: "Y la plaza en la que más ilusión me hace triunfar es la de Las Ventas, ya que todo lo que soy se lo debo a ella y reconozco que la temporada anterior no estuve bien ninguna tarde porque soy una persona muy sensible y mis problemas particulares de entonces me impidieron rendir".El cartagenero afirma que ya ha superado, tan triste etapa y que, tras recorrer el camino de Santiago el pasado invierno, siente una felicidad interior que se refleja exteriormente en su toreo. Ortega Cano intentará estrenar una suerte con el capote que dice haber inventado, el quite de oro, si los toros se prestan a ello. "Con él o sin él, el nuevo Ortega Cano reconquistará Madrid esta tarde", promete. La de hoy es su 18ª corrida de 1991.

Completa el cartel el alicantino José Mari Manzanares, 38 años, que no ha cortado una oreja en Las Ventas desde 1978.A1 igual que a sus compañeros de terna le queda todavía otra tarde en la feria.