El desfase de los alquileres

S. T. El enorme subida de precios del sector inmobiliario se ha quedado fuera del IPC. Por un lado, el índice general de precios no recoge ni recogerá en el futuro el coste de la vivienda en propiedad. Estadística considera este desembolso una inversión y no un gasto. Por otro lado, el precio de los alquileres sí está dentro del IPC, pero como el actual índice se hizo en base a los hábitos de compra de los españoles hace diez años, por razones cronológicas no recogió en su día ni está recogiendo ahora la fortísima subida que desde el llamado decreto Boyer de 1985 ha registrado el precio de los alquileres.

Para comprobar el desfase existente entre el IPC y la realidad, basta revisar la variación del índice y del capítulo de la vivienda. En el periodo de máximas subidas del precio de los alquileres, el coste total de la vivienda dentro del IPC creció un 4,8%, en 1986; un 4,1%, en 1987; un 7,2% en 1988; un 8% en 1990 y un 7,5% en 1990. Esta situación cambiará radicalmente en el próximo IPC, y Estadística espera una significativa subida del peso de los alquileres (un 1,40% en la actualidad) en el próximo índice.

El peso del gasto total en vivienda (alquiler, reparaciones y otros como luz y agua) representa hoy el 18,6% del IPC. Paradójicamente, la participación de los gastos de alquiler en el índice es menor ahora (1,40%) que hace siete años (2,33%), debido al bajo precio de muchos contratos anteriores a 1985.

En el caso de la vivienda en propiedad, fuentes de Estadística recuerdan que, en todos los países, este desembolso tiene carácter de inversión y queda fuera del IPC. Con todo, no se descarta poner en marcha un índice de precios exclusivo para la vivienda en propiedad. Este proyecto, todavía en fase de estudio, podría llevarse a cabo en colaboración con el Banco Hipotecario.