El hijo de la indígena
A mediados del siglo XVII, Jamaica era una isla donde los colonos británicos hacían fortuna con plantaciones de azúcar y esclavos africanos. Tribus, culturas y naciones de la costa de oro africana aceptaron a Jamaica como una nueva madre no buscada. Los indios arawak, aborígenes de la isla caribeña, no habían podido sobrevivir a la colonización española y Africa poblaba Jamaica, la tierra de la primavera.La esclavitud fue abolida en Jamaica en 1838. En 1924, un estudio sobre las influencias africanas en la música de la isla unía raíces en cantos de pregunta-respuesta y en la repetición de pequeñas frases musicales, dos características del reggae, una música rítmica, perezosa y caliente. Sencilla y compleja. Nueva.
La palabra reggae apareció por primera vez en 1967, en una canción de The Maytals: Do the reggay. Antes, a priricipios de los cincuenta, la música jamaicana era un derivado del calipso de Trinidad: el mento. Pocos años después, los jóvenes jamaicanos escuchaban el rhytm and blues para incorporarlo a su música y crear el ska. Utilizaron el rock and roll para cambiar al rock-steady, hasta la aparición del reggae. La filosofía rasta -milenaria, esotérica, fundamentalista- , añadió al reggae el último eslabón de un puente apoyado en dos culturas. "Recuerdo el barco de los esclavos, donde brutalizaban mi alma", cantaba Bob Marley en Slave driver, reafirmando desde su memoria los orígenes que han dominado una música mestiza, ofrecida al mundo por el hijo de un mayor del Ejército británico y una indígena jamaicana.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.