Décimo día de "guerra" entre Azerbaiyán y Armenia

Los combates en la zona fronteriza entre Azerbaiyán y Armenia continuaban ayer, en el décimo día de la "guerra" que, según el presidente armenio, Levón Ter-Petrosián, la URSS ha declarado a su pueblo. Los órganos centrales soviéticos insisten en que en estas zonas hay formaciones armadas ilegales, que deben desarmar de acuerdo con el decreto presidencial del verano pasado.Las operaciones para desarmar a los nacionalistas armenios siguieron el miércoles en la provincia autónoma de Nagorni Karabaj, y a ambos lados de la frontera entre Azerbaiyán y Armenia, informó el centro de prensa del Ministerio de Interior de la URSS. Entre el lunes y el martes, unidades de este ministerio, junto con fuerzas del KGB y el Ministerio de Defensa de la URSS, han requisado en estos lugares 66 metralletas, 30 pistolas, 11 cañones antiaéreos y dos morteros, según la misma fuente.

Los últimos días, por primera vez en los tres años que dura el conflicto armenio-azerí, desatado debido a la provincia autónoma de Nagorni Karabaj, las operaciones "punitivas", como las definen los armenios, han pasado a territorio de Armenia. Las tropas del Interior de la URSS, según la agencia Interfax, se están retirando de las aldeas que tomaron el lunes y el martes, pero han rodeado a otras y preparan el ataque, según dijo a EL PAÍS Serguéi Balasanián, vicedirector de la agencia Armenpres.

Paracaidistas bloquearon ayer la aldea de Artsvashén y han dado de plazo hasta la madrugada de hoy para que los armenios entreguen sus armas. De lo contrario, la aldea será arrasada. Según Balasanián, los militares rechazaron la propuesta armenia de comprobar la legalidad de las armas.

Por otra parte, ayer los mineros de Kuzbás votaron a favor de acabar con la huelga iniciada hace ya nueve semanas y que ha venido amenazando con paralizar la industria de la URSS. La agencia Tass informó anoche que los mineros reanudarán sus trabajos mañana, pero se reservan el derecho a reanudar la protesta dentro de dos meses si el Gobierno de Moscú rechaza sus demandas.