El Consejo de Cooperación del Golfo pide en una reunión extraordinaria que se mantengan las sanciones contra Irak

La conferencia ministerial extraordinaria del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), reunida ayer en Kuwait, pidió, que se mantengan las sanciones contra Irak hasta que ese país libere a todos los kuwaitíes y cumpla las resoluciones de la ONU. El comunicado final no mencionó el motivo central de la sesión: A dispositivo de paz para la región, proyectado al concluir la guerra y aún sin concretar, y la eventual participación en él de Irán.

Los ministros de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí, Kuwait, Bahrein, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Omán, manifestaron su solidaridad con el pueblo iraquí y culparon a su Gobierno de los problemas que atraviesa el país. Aun así, se declararon partidarios de la integridad terrutorial de Irak. Sin embargo, guardaron silencio sobre los arreglos para garantizar la paz y la seguridad en la región.Dei acuerdo con el jefe de la diplomacia de Qatar, este asunto continúa siendo estudiado por una comisión que preside el sultán Qabús, de Omán, y que va a reunirse mañana en Muscat. "Los países del CCG están aún en el estadio de las consultas y del estudio de los arreglos de seguridad y de la acción común destinada a garantizar la seguridad de los pueblos de la región", había precisado el ministro de Estado omaní de Asuntos Exteriores, Yusef Biri Alauí Bin Abdalá, poco antes de salir hacia Kuwait.

Oposición de Omán

El sultanato de Omán, a diferencia del resto de los miembros, con Kuwait a la cabeza, se opone a una presencia militar extranjera permanente en el golfo Pérsico. La alternativa sería una fuerza multiárabe. Egipto, Siria y los seis países del CCG acordaron el pasado marzo en Damasco la formación de una fuerza de paz. Los dos primeros contribuirían con recursos humanos, escasos en los Estados del petróleo, a cambio de la ayuda financiera de éstos.

"La Declaración de Damasco constituye el camino correcto hacia una acción árabe común", declaró en la sesión de apertura el anfitrión kuwaití, Salem Sabaj al Salem al Sabaj, retornando una idea expresada el día anterior por el secretario general del CCG, Abdalá Bichara.

Algunas fuentes aseguran, por el contrario, que el contingente de tropas egipcias está regresando a casa a resultas de las diferencias surgidas entre El Cairo y Kuwait por la participación occidental en la estructura de seguridad regional.

Las autoridades del emirato han solicitado públicamente la permanencia de tropas terrestres occidentales, una idea que no termina de calar entre los propios países invitados. El secretario del Foreign Office británico, Douglas Hurd, rechazó la idea el pasado viernes, aunque sugirió que Washington, Londres, e incluso París, podrían apoyar la Declaración de Damasco con "arreglos navales y aéreos".

"Se trata de Un problema que merece reflexión", manifestó por su p arte ayer el jefe de la diplomacia francesa, Roland Dumas, durante una breve escala en Kuwait a su regreso de Irán. En las escasas tres horas que pasó en el emirato, Dumas abordó con el emir Yaber al Ahmad al Sabaj v con el nuevo ministro kuwaití de Exteriores el problema de la seguridad regional. El enviado francés aprovechó también para sobrevolar los pozos de petróleo incendiados por los iraquíes.

Este viaje de Dumas ha confirmado la creciente reintegración de la República Islámica a la comunidad internacional. "Nigún acuerdo de seguridad resulta concebible en la región del golfo Pérsico sin la presencia activa de la República Islámica de Irán", defendía en su editorial del pasado sábado el diario iraní editado en inglés, Teheran Times. En efecto, Irán controla más de la mitad de las costas del Golfo, pero su participación despierta discrepancias entre sus vecinos.

Durante dos días, el ministro francés ha mantenido intensos contactos con las autoridades iraníes, incluido el presidente, Alí Akbar Hachemí Rafsanyani, que han reflejado una espectacular mejora de las relaciones bilaterales. Fruto de ello han sido el preacuerdo sobre su contencioso financiero y la invitación para que los respectivos jefes de Estado intercambien visitas en los próximos meses. Gesto muy apreciado en Teherán: Dumas ha sido el primer mandatario extranjero en acudir a un campamento de refugiados iraquíes de confesión shií.