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Un gran paso en Angola

El proceso de paz que Ronald Reagan emprendió en el sur de África está a punto ser un éxito en Angola. El proceso incluía la cooperación de una Unión Soviética reformista, la retirada de las fuerzas militares extranjeras -en este caso, Cuba y Suráfrica- y el tratar de inducir a las fuerzas nacionales a enfrentarse con los imperativos locales. El inicio en Angola de un acuerdo de alto el fuego supervisado por fuerzas internacionales y unas elecciones con participación multipartidista posibilitan que se llegue al final, después de 16 años, de una de las guerras más costosas y dolorosas del mundo.Con ocasión del anterior éxito diplomático de la independencia de Namibla de Suráfrica, en 1990, se produjo una feliz coincidencia de opiniones. El secretario de Estado de EE UU, James Baker, y el ministro de Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze, estaban impacientes por hacer más negocios en el Tercer Mundo y aliviar sus respectivas obligaciones en Angola. Con ellos estaba el ministro de Asuntos Exteriores de Portugal, José Manuel Duráci Barroso, cuyo país, después de fomentar la guerra civil en Angola de una forma cínica en 1975, estaba ahora dispuesto a ayudar. (...)

No hay que subestimar las dificultades con que se encuentran los dos principales partidos: acabar con los odios partidistas y las rivalidades étnicas (...) y levantar una nueva sociedad y un sistema económico y político sobre las ruinas. (...)

3 de mayo

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