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"La comida no me ha gustado un pelo"

El jefe de los 'paracas' dice que están preparados para un mes en Kurdistán

Juan Jesús Aznárez

"En la primera carta que escriba a mi madre le voy a pedir que me envíe comida cuando se me acabe la que tengo, porque la que hemos comido hoy no me ha gustado un pelo", se quejaba uno de los paracas llegados a Zajo, localidad fronteriza con Irak, en unas primeras impresiones a caballo entre España, Turquía e Irak.

El coronel Francisco Javier Ledesma, jefe de la Agrupación Alcalá de Paracadistas, destinada a Kurdistán, subrayó a este respecto: -Estamos preparados para un mínimo de 30 días. Podemos ser autosuficientes ese plazo, pero el Ejército norteamericano nos ha ofrecido todo tipo de ayudas". Uno de los sargentos informaba: "Nos han dicho que nos queda remos unos cuatro meses". Ledesma se entrevistó a media tarde del jueves con el general nortamericano Jay Garner en el cuartel general de Estados Unidos situado en la localidad iraquí de Zajo, donde abordaron una de las misiones que desempeñarán los 600 militares españoles asignados a la operación internacional de apoyo a los kurdos. Los paracaidistas controlarán una zona de esta población, abandonada cuando avanzaba el Ejército de Sadam Husein, y deberán facilitar el regreso y la seguridad de sus habitantes, la mayor parte de los cuales permanece todavía en las montañas.

El coronel Ledesma, tras su entrevista con el jefe norteamericano, declaró a la prensa española: "Se trata de una misión progresiva, ya que por ahora somos muy pocos. Han sido tres jornadas muy duras, apenas si hemos dormido en las últimas 72 horas". El coronel asegura que la misión será de gran utilidad para perfeccionar la preparación de los paracaidistas, y destacó que sus hombres son correosos: "No olviden que somos una raza sacrificada y muy dura". El militar destacó también que es la primera vez que se efectúa una operación de esta envergadura fuera del territorio nacional "desde los tiempos de la División Azul".

La tortilla añorada

Un total de 74 paracaidistas españoles y sus mandos, un capitán, tres tenientes, 11 sargentos y cuatro cabos primeros, llegaron el jueves al Kurdistán turco, y una vez en el campamento estadounidense de Silopi y tras almorzar el menú enlatado de los marines comenzó la patriótica y culinaria añoranza de España y de la tortilla de patata. "Nuestros menús precocinados son mucho mejores: callos, alubias con chorizo, calamares, lentejas". Los primeros caballeros legionarios paracaidistas pertenecientes a la primera compañía de la primera bandera de paracaidistas Roger de Flor llegaron a su destino sin conocer mucho de los kurdos, pero con los petates llenos de chorizo y queso.

Los kurdos, por otra parte, no quieren ser nombrados como tales, sino "desplazados iraquíes de origen kurdistaní". El coronel Ledesma indica que todos sus hombres han recibido un "pequeño baño" sobre la historia y crisis de esta comunidad. La conversación de ocho de estos paracaidistas en el cuartel general del mando aliado en Zajo, mientras esperaban que terminara la entrevista entre su jefe y el general Garner, abunda sobre la comida, las faldas y las novias que esperan en España. "A mí no creo que me pongan la cornamenta. Rompí con mi novia hace dos semanas", advierte uno. Otro confiesa un conflicto sentimental similar, pero luce también su firme propósito de la enmienda: "Le voy a escribir una carta diciéndole: 'Cariñito, perdóname".

La primera jornada del primer destacamento español que participa en la cooperación multinacional de apoyo a los kurdos, la mayoría de ellos con buen humor y ganas de chanza, transcurrió en la carretera que enlaza la ciudad de Incirlik con Silopi, más de 200 kilómetros recorridos en dos autobuses turcos. Allí llegaron cinco horas después, y tras colgar el equipo personal, jugaron un partido de voleibol con los marines. La derrota española fue severa, 15-1.

A media tarde, los soldados, habían afianzado los primeros contactos con los marines y se intercambiaban recuerdos. La hilera de 10 tiendas, con antena parabólica, donde pernoctaron fue bautizada con el nombre de Calle de Alcalá.

[El buque Arroyo Frío 1, cargado de ayuda humanitaria para el pueblo kurdo partirá el próximo martes del puerto de Valencia, informa Efe. La salida estaba prevista para ayer, pero las labores de carga han sufrido un retraso].

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