Fotos y fetos
Los excomulgados que suscriben esta carta quieren poner de manifiesto, ante todo, el mal gusto de los obispos españoles. Celebrar una conferencia episcopal en un salón en el que previamente -¡y como adorno!- se ha colgado una variadísima ristra de fotos fetales es, cuando menos, una horterada. Pero no nos llamemos a engaño: la Iglesia católica nunca se ha caracterizado por su sentido de la estética, y si no, recuerden solamente los trapitos de saldo con los que cubrieron las vergüenzas a algunas pinturas de la Capilla Sixtina.Al ver en televisión, hace unos días, los originales exornos del salón de la Conferencia Episcopal pensamos -inocentes y esperanzados- que lo que veían nuestros paganos ojos era el decorado de otro montaje escénico surrealista del siempre original y atrevido Boadella. Pero no. Era, otra vez, el marketing agresivo y entrometido, irrespetuoso y chantajista de nuestra Contrarreforma. Esta vez contra las mujeres.
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¿Nos espera la hoguera? y tres firmas más. Cádiz.
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