Guerra comunicó a los responsables de la campaña que mantuvieran el programa de vivienda

El PSOE utilizará como bandera electoral, durante su campaña para las elecciones del próximo 26 de mayo, la oferta del Plan de Financiación de Viviendas. El partido se siente refrendado por el Consejo de Ministros celebrado anteayer, dado que el Ejecutivo "asume que la política de vivienda tiene carácter prioritario)". Los candidatos socialistas a los ayuntamientos de las grandes ciudades han empezado a ofrecer porcentajes de viviendas una vez que fueron avalados en una reunión celebrada el pasado jueves en Madrid entre el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, y los coordinadores de campaña.

La satisfacción que se detecta en el Ministerio de Economía y Hacienda por la forma en la que el presidente del Gobierno, Felipe González, ha zanjado el asunto es idéntica a la que se manifiesta en la dírección del PSOE y entre los candidatos a las alcaldías y comunidades autónomas para las elecciones del 26 de mayo. En este sector no cabe la menor duda de que el Gobierno ha asunildo el Plan del PSOE por lo que no cambiarán sus planes de situar como baza estrella de la campaña la oferta de viviendas a bajos intereses y con un período de amortización a 20 años.En la reunión interna del pasado jueves distintos coordinadores de campaña manifestaron su enojo por las opiniones manifestadas por el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solellaga, poniendo serias objeciones al Plan de Financiación de Viviendas. Según distintos asístentes, Alfonso Guerra reconoció que ¡lo era un buen comienzo para la campafia pero qu e en cualquier caso, las distintas federaciones podían seguir trabajando sobre el asunto y que no variaban los planes respecto a que fuera un "asunto estrella" de la campafia electoral de los socialistas.

La nota de la Presidencia del Gobierno emitida el viernes y las declaraciones de la ministra portavoz, Rosa Conde, se han interpretade en el PSOE como un aval al plan del partido sin ningán género de dudas. Por lo que parece que todo el mundo está satisfecho.

Juan Barranco y Javier Rojo candidatos a las alcaldías de Madrid y Vitoria, respectivamente, así lo manifestaron ayer a este periódico exponiendo la oferta concreta que cada cual realizará al electorado. Barranco adelantó que el problema de la vivienda "o lo encauza este Gobierno o no lo encauzará nadie". Barranco asegura el compromiso de los socialistas en Madrid para calificar suelo y ofrece la construcción de 119.000 viviendas anuales con una previsión de que Madrid necesitará 100.000 viviendas en el próximo decenio. En el aspecto político, Juan Barranco no quiere entrar en los por-menores de la forma de financiación sino que deja el asunto en manos del. Gobierno aunque ccinsidera que el sector público deberá tener un papel importante.

El candidato a la alcaldía de Vitoria, Javier Rojo, afirma que el partido y el Gobierno debe tener prioridades y, "ha quedado claro que la vivienda es una de ellas porque es un clamor popular". Rojo ofrece en su programa electoral un plan ole financiación de 900 viviendas al año.

Al margen del contento de unos y otros y de la solución casi salomónica del presidente del Gobierno, la cuestión de fondo está en el nulo interés que rluestran tanto los dirigentes del partido como el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga en ocultar sus discrepancias. En el partido se dice que Carlos Solchaga podía haber manifestado sus discrepencias internamente y en el entorno de Solchaga se reprocha al PSOE que no se haya consultado con el ministro de Economía y Hacienda un plan de esa envergadura.

Prestos a replicar

Faltó tiempo a algunos dirigen tes socialistas, como el secretarío general del PSOE andaluz, Carlos Sanjuán, para decir que la misión de Solchaga es arbi trar las medidas técnicas para llevar adelante el proyecto del PSOE y en esa línea, aunque en términos más suaves, se expre saron el presidente del grupo socialista, Eduardo Martín Toval, y la dirigente Carmen García Bloise.

Eduardo Martín Toval, que no hace mucho, mantuvo otra controversia con el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, al señalar el primero que el titular de Economía no tenía ningún predicamento en el partido, fue prudente en esta ocasión aunque dejó claro que al Gobierno sólo le quedaba aplicar el programa electoral del PSOE. Por su parte, Carmen García Bloise reconoció que el plan pres,entaba dificultades pero que de otras más difíciles había salido el Gobierno desde que llegara al poder en 1982.

El ministro de Relaciones con las Cortes, Virgilío Zapatero, aseguró que el Gobierno estudiaría "con la máxima atención" el plan del PSOE.