Kuwait presiona a EE UU para que siga en el emirato

ENVIADO ESPECIALLas autoridades y el pueblo kuwaití presionan sobre los diplomáticos y militares norteamericanos para que las tropas en el Norte del emirato no se retiren aún. "Al menos, hasta que recuperemos a los 3.000 desaparecidos y prisioneros", explica un miembro de la resistencia. La petición coincide con la llegada de las primeras tropas de paz de la ONU, al mando del general austriaco Gunter G. Greindl.

Los kuwaitíes todavía temen a Sadam Husein. La aceptación por parte de Bagdad de todas las condiciones impuestas por los aliados para el alto el fuego definitivo, no han hecho cambiar de opinión a los ciudadanos del emirato, que insisten una y otra vez a Estados Unidos para que permanezca allí.El propio emir, Jaber al Ahmad al Sabaj, lo pidio públicamente en su primer mensaje a la nación y se lo recordó personalmente la noche del jueves al general Norman Schwarzkopf en una visita protocolaria del jefe de las fuerzas norteamericanas en el Golfo a la ciudad de Kuwait.

Las razones que aducen los kuwaitíes para mantener parte de los 100.000 soldados estadounidenses que todavía permanecen allí, son la existencia de al menos 3.000 prisioneros de guerra del emirato en Irak, la impotencia del Ejército kuwaití para controlar los 27.000 civiles iraquíes que viven en campos de refugiados y, sobre todo, la necesidad de ayuda para normalizar la vida del país.

Prisioneros de guerra

El jueves pasado, varios centenares de mujeres y niños se manifestaron junto a la Embajada de EE UU, con pancartas en las que se recordaba a los prisioneros de guerra y se pedía al presidente Bush que les siga protegiendo contra "el tirano de Bagdad".

Ése es el panorama que se encontró el general Schwarzkopf, que había visitado a sus tropas durante la tarde del miércoles y la mañana del jueves y se entrevistó con el emir ya por la noche en la capital del emirato. El jefe de las tropas norteamericanas no quiso ser muy explícito sobre la fecha de retirada definitiva de sus tropas, aunque declaró que "la maquinaria militar iraquí está totalmente destruida y ha dejado de ser una amenaza para sus vecinos".

Mientras Schwarzkopf volvía a Riad, llegaban al aeropuerto de Kuwait las primeras tropas que componen las fuerzas de paz de las Naciones Unidas. Este ejército, que tendrá un total de 1.440 miembros de 32 naciones, supervisará el cumplimiento de las condiciones del alto el fuego decretado por la ONU a principios de semana y aceptado por Bagdad. El general Gunter Greindl ya desempeñó labores similares en Chipre entre 1981 y 1988.

La misión de las tropas multinacionales comandadas por la ONU será la de patrullar los 190 kilómetros de frontera entre Irak y Kuwait y mantener la zona desmilitarizada decretada en el alto el fuego, de diez kilómetros en suelo iraqui y seis en territorio kuwaiti. El mando de estas fuerzas se instalará en la pequeña localidad de Um Qasr, dentro de Irak, aunque la ONU tendrá oficinas de seguimiento en Bagdad y Kuwait.

Se espera que en los próximos días sean desmontados algunos de los puestos de control establecidos por EE UU, en donde los soldados aguardan la orden de retirada.