Cesare Romiti, 'número dos' de Fiat, lanza un duro ataque al Gobierno italiano y pide la privatización de empresas

Cesare Romiti, administrador delegado de Fiat y brazo derecho de Gianni Agnelli, ha lanzado un grito de alarma ante el parlamento afirmando que Italia es un país "que debe ser reconstruido" y que "bajo la etiqueta con la que se expresa el Estado, no hay nada".El hombre fuerte de Fiat, la empresa industrial privada de mayor envergadura de Italia, ha llegado a decir ante la Comisión del parlamento sobre participaciones estatales, que Italia "está al borde de un tropezón del que necesitaría 30 años para rehacerse" añadiendo que "cada día que pasa, el abismo que nos separa de los países europeos con los que nos medimos tiende a aumentar, mientras algunas regiones no están ya bajo el control del Estado, sino de las organizaciones criminales".

Una contribución, según Romiti, a la eficiencia, podría llegar de "las privatizaciones", concretando la venta de empresas en manos del Estado, aunque ha negado que ello pueda ser suficiente para enderezar el balance del Estado con un déficit que por primera vez en la historia de este país, ha superado al PNB.

"No es ésta la finalidad", dijo el hombre de Fiat, "sino la de dar otro sesgo al sistema, ya que el déficit público es de tal enverga dura dura que aún aventurándose hacia la privatización, se podría hacer muy poco". Una solución seria, según Romiti, buscar sistemas de garantías, como el derecho de veto que el gobierno británico se ha reservado para algunas decisiones estratégicas de empresas cedidas.

Según Romiti, la responsabilidad última de la crisis que empieza a zarandear a este país "es de la clase política" y ha afirmado "estamos muy, muy preocupados por el futuro de este país a corto plazo, porque tenemos la sensación de que Italia corre hacia atrás en relación con los otros países de la Comunidad Europea".

Para el administrador- delegado de Fiat, la degradación hacia la que corre Italia es global. "Es evidente en las infraestructuras y en las comunicaciones. Cuando damos a los botones del teléfono en cualquier otro país de Europa, afirma, vemos la diferencia que existe entre nuestro sistema y el de los demás". Y a eso se añade la dificultad de la burocracia que se hace crónica en el Sur: "ustedes no pueden ni imaginarse -explicó Romiti a diputados y senadores- las dificultades a las que tenemos que enfrentarnos para trabajar en el Sur de Italia". Y les confió que aún no le ha sido posible a Fiat empezar a realizar el plan de construcción de nuevas fábricas en el Sur por causa de la burocracia y de la mafia.

"Nosotros estamos preparados para enviar en una semana allí a los obreros -dijo- pero nos enfrentamos con dificultades burocráticas increíbles".

Tambien Romano Prodi, catedrático de economía de la Universidad de Bolonia ha hablado anteayer de "la parálisis italiana" y ha manifestado un fuerte pesimismo afirmando que el "drama" de este pais es que, al revés que en otros de Europa, aquí "el Estado hace lo que debían hacer los privados (dirigir empresas) y no hace lo que seria su función primaria, es decir asegurar los servicios sociales".

También se ha hecho muy tensa la polémica entre el canciller alemán Kohl y el ministro del Interior italiano Vincenzo Scotti, al haber afirmado el primero que existe el riesgo de que la Mafia pueda "contagiar a Alemania y Europa" ya que los sistemas de las mafias italianas se están desplazando a las comunidades italianas instaladas en Europa.