Un año clave
La revista 'Claves de Razón Práctica' cumple 12 meses en los quioscos
En el universo apocopado de las revistas de pensamiento españolas surgió hace un año Claves de Razón Práctica, un producto de aire sobrio dirigido por Javier Pradera, editor, comentarista de EL PAÍS y uno de los arquitectos de la discusión política contemporánea en España, y Fernando Savater, polemista, filósofo, novelista y dramaturgo, una especie de nuevo renacentista. Hoy la revista cumple doce meses. Ha sido un año clave.
Claves celebra su aniversario con un número que parece un resumen de su propósito de poner al día el debate contemporáneo. Incluye una discusión de Savater con el Nobel Octavio Paz sobre el futuro del mundo y una reflexión del sociólogo francés Alain Touraine acerca del porvenir de las sociedades poscomunistas.Editada por Progresa y aparecida en un momento convulso de la historia de Europa, cuando se desmoronaba el comunismo en el Este y la geografía política del continente cambiaba radicalmente de signo, Claves se ofreció como "un lugar para la reflexión tranquila". En un país donde boqueaban las revistas de pensamiento, parecía un propósito destinado ala melancolía, como dice Savater, pero enseguida consiguió situarse y consolidarse en los quioscos y ahora vende 15.000 ejemplares que en un producto de su género se estima como una cifra respetable.
Sigue siendo una revista plural, "sin editoriales". Siendo sus dos directores hombres tan llamados a opinar, eso fue lo que primero sorprendió de Claves. "Cuando iba a aparecer la revista, yo era partidario", dice Savater, "de incluir algún pequeño editorial o declaración de propósitos, mientras que Pradera prefería ir al grano, sin más presentaciones". Savater piensa ahora que su codirector tenía razón. "Elmejor editorial posible para presentar la revista y lo que queremos hacer con ella es el sumarlo de sus 10 primeros números".
Por citar los diálogos provocados por Claves, dentro de ese espíritu de situar el pensamiento contemporáneo, Pradera destaca los que han aparecido entre Karl Popper y Pedro Schwartz, entre Gabriel García Márquez y Xavier Rubert de Ventós, y el ya citado entre Paz y Savater, que forma la parte central del número de abril.
El objetivo de Claves, dice Pradera, "es examinar las nuevas situaciones internacionales sin las urgencias de los periódicos o los semanarios". En ese sentido, han dedicado una especial atención a la crisis de los países del Este, con ensayos de Luis Ángel Rojo, Alain Touralne, Manuel Castells y Jordi Solé Tura. La guerra del Golfo y la situación de Oriente Próximo han sido dos elementos que han atravesado la revista como objeto de análisis, y han sido encomendados, entre otros, a Fernando Schwartz, Ignacio Sotelo, Paolo Flores d'Arcais (director, por cierto, de Micromega, contrapartida italiana de la filosofía de Claves) y Jacobo Timerman.
La obsesión de los directores de Claves por llegar a un público que supere el representado por las élites habituales se refleja en la voluntad expresada por Savater: "Hemos tratado de crear un espacio que no caiga en el esoterismo de la publicación especializada minoritaria ni en las urgencias -y a veces oportunismos- del apego corto de vista al día a día". Pradera lo dice así: "Nos gustaría que Claves sirviese como marco para la discusión de temas de nuestra vida pública que necesitan reflexión y análisis".
No quiere ser, según ellos, una revista tranquila, pero tampoco quiere ofrecerse como campo de batalla de viejos maniqueísmos. Dice Savater: "Los tiempos que se avecinan van a exigir el abandono de todos los simplismos, la búsqueda de una complejidad intelectual capaz de dar cuenta de la complejidad real". Claves, afirma, "no es una revista tipo tampax, de usar y tirar, sino una publicación que pretende ser conservada y repasada llegado el caso".
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