Juventud y ruido

Me refiero, naturalmente, a ese estallido que ha supuesto la salida a la calle de nuestros jóvenes (nuestros hijos), que es lo mejor que tenemos y lo mejor que tiene España, pues es emocionante ver algunas de las calles de nuestra capital, principalmente los fines de semana, repleta de jóvenes de ambos sexos y toda condición social con el solo objeto de divertirse y, si cuadra, buscar pareja. Parece que la juventud se ha cansacio de ver la televisión, que, en lugar de informar, desinforma; en lugar de formar, deforma, y en lugar de entretener, aburre.Lo que pasa es que tanto el Gobierno de la nación como el de las ciudades (en este caso, la de Madrid) no se han puesto a la altura de las circunstancias, pues dicen haber puesto mayor vigilancia policial para evitar la delincuencia y la droga, a la vez que debieron haber controlado los precios de las consumiciones, que están por las nubes, cuando debieran ser populares, como popular es la movida. También sería conveniente cerrar los establecimientos a las tres de la madrugada para que los jóvenes pudieran trabajar y estudiar al día siguiente.-

Madrid.