El nuevo presidente de Malí anuncia un Ejecutivo "de apertura"

El presidente del Consejo de Reconciliación Nacional (CRN) de Malí, teniente coronel Amadu Tumani Ture, anunció ayer la próxima formación de un Gobierno "de apertura" que contemplará "las distintas sensibilidades del país". Este Gobierno debe establecer, según el nuevo presidente, "un programa de acción para convocar elecciones libres y democráticas". "Debemos trabajar con rapidez", dijo Tumani Ture, quien no dio fechas.El general Traoré, que llegó al poder el 19 de noviembre de 1968 tras derrocar al presidente Modibo Keita basándose en la excusa de la "radicalización socialista" de su régimen, permanece encarcelado. El régimen del general cayó el lunes, acosado por la fragilidad de los recientes acuerdos de paz de Tamanraset con los nómadas tuareg, y por la rebelión democrática en las calles de las ciudades malienses. Traoré careció también del apoyo de Francia, que ha emplazado a los regímenes de su área de influencia a una democratización sincera y urgente.

La violencia callejera de los últimos días en Malí no tiene precedentes desde la proclamación de la independencia en 1960. Los orígenes de la rebelión contra Musa Traoré se remontan a la revuelta de los tuareg (mayo de 1990), en la que el Ejército regular fue puesto en evidencia por las guerrillas nómadas.

Ambos conflictos internos estallaron por simpatía en las mismas fechas. Debemos remontar nos a mayo del pasado año cuando las autoridades de la vecina República de Níger malversaron la ayuda de 600 millones de pesetas concedida por el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrario (FIDA) a los casi 20.000 tuaregs que regresaban de los campamentos de Libia y de Argelia tras los efectos del último periodo de sequía. Entonces algunos nómadas ocuparon simbólicamente la gendarmería de Chin Tabaradén no lejos de Agadez para protestar.

Unidad tuareg

La respuesta del Ejército nigeriano fue atacar los asentamiento de los nómadas, causando centenares de muertos y pérdidas irreparables en los medios de vida de los casi 500.000 tuareg nigerianos: los pozos de agua fueron envenenados y el ganado diezmado. La respuesta de los bereberes, por primera vez en la historia, tuvo carácter unitario sin distinción de kel (confederaciór de tribus tuareg), y el joven de 32 anos Iyad Ag Ghali, que fundó el Frente de Liberación del Azawak, dirigió la rebelión.

Usando las armas que habían sustraido en Libia, dieron golpe de gran pericia guerillera, y acosados se replegaron hacia Malí por la región de Menaka. Pero allí les aguardaba el Ejército maliense, que no estaba dispuesto recibir "rebeldes". La represión fue desproporcionada, pero provocó la solidaridad de los casi 350.000 tuareg de Malí.

En Malí, donde lo tribal tiene gran peso, se interpretó como un síntoma de debilidad de los dirigentes.