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Guerra afirma que no piensa abandonar la política y exige al partido que apoye al Gobierno

Anabel Díez

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, aseguró ayer que, aunque es "el favorito de los sectores menos democráticos de la sociedad para la jubilación anticipada", seguirá en su puesto en el partido "para seguir dando la batalla". Guerra, que hizo esta declaración anoche, en la reunión del Comité Federal, afirmó que este Gobierno "es el del PSOE, y como tal, todo el partido tiene que apoyarle en el desarrollo y ejecución del programa". Asimismo, Alfonso Guerra advirtió que la dirección del PSOE no puede tolerar comportamientos "que puedan menoscabar la imagen de cohesión interna". El secretario general, Felipe González, anunció que el próximo mes de junio habrá un debate sobre el servicio militar y adelantó su criterio de que se debe mantener el actual sistema por considerar "reaccionario" el modelo profesional.

Alfonso Guerra tomó ayer la iniciativa en un intento de cortar tajantemente el clima enrarecido que se había producido después de la remodelación del Gobierno y que le afectaba directamente. Por una parte, fueron miembros de la Comisión Ejecutiva Federal y otros dirigentes del partido quienes acogieron con frialdad y con críticas la composición del nuevo Gobierno, invocando el nombre de Alfonso Guerra, y señalaron la necesidad de redefinir las nuevas relaciones entre partido y Gobierno. De otro lado, desde el seno del propio PSOE habían surgido comentarios sobre una eventual retirada de Alfonso Guerra de la vida política. Guerra tomó anoche la palabra para hacer frente a esos dos asuntos e intentar zanjar la polémica.Alfonso Guerra, después de escuchar a 25 miembros de su partido, afirmó "en nombre de la Comisión Ejecutiva Federal" que el actual Gobierno es el que ha nombrado el presidente del Ejecutivo, que es a su vez secretario general del partido. "Por tanto, éste es el Gobierno del PSOE, y como tal, el partido en su conjunto, y desde luego su dirección, tiene que apoyarle, como siempre lo ha hecho, en el desarrollo y ejecución del programa", afirmó Guerra.

Después vinieron las llamadas a la unidad: "Debe mantenerse la unidad y disciplina democrática dentro del partido; por ello, la dirección del PSOE no debe permitir comportamientos de militantes que puedan, ignorando estos principios, menoscabar la imagen de cohesión interna". A juicio de Guerra, todo ello implica "el respeto, interno y público, a las decisiones de la dirección del partido".

Nueva etapa

En cuanto a las relaciones entre el partido y el Gobierno, Alfonso Guerra afirmó que se abría una nueva etapa, "pero", dijo, "no hace falta inventar fórmulas retóricas ni son precisos voluntarios que hagan de puente entre uno y otro, porque el presidente del Gobierno es también el secretario general del PSOE". La Comisión Ejecutiva Federal está formada por 31 miembros, contando a Felipe González.

Alfonso Guerra hizo referencia a las informaciones, surgidas de su propio partido, según las cuales su estado de ánimo indicaba que podría retirarse de la vida política: "Soy el favorito para la jubilación anticipada de los sectores menos democráticos de la sociedad; pues bien, seguiré en el partido para seguir dando la batalla".

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Al contrario que Guerra, el secretario general, Felipe González, no hizo referencia a estas cuestiones, sino que, según informaron asistentes al Comité Federal, se refirió a la situación política actual y a las tareas que tiene por delante el partido y el Gobierno. González, entre otros asuntos, citó el compromiso de celebrar un debate sobre política de defensa, según la propuesta del presidente del CDS, Adolfo Suárez, apoyada por los socialistas el jueves en el debate sobre el estado de la nación.

González situó dicho debate en torno al mes de junio, Asimismo señaló que el partido debía resistir las presiones que a partir de ahora se sucederán para que haya un ejército profesional, indicando que personalmente ese modelo le parecía "reaccionario". El secretario general del PSOE mostró su preocupación" porque, precisamente, algunos grupos parlamentarios proponen este modelo de ejército.

Desigualdades

"Un ejército profesional", dijo, "no tiene por qué ser más competente, y por más que pueda parecer lo contrario, lo cierto es que lo que hace es reproducir desigualdades sociales y territoriales. Me parece que los socialistas no debemos apostar por eso". González manifestó su opinión de que un ejército de este tipo sólo se nutriría de personas procedentes de las clases sociales más humildes. Felipe González, que según las fuentes informantes repitió buena parte de los asuntos tratados en el debate sobre el estado de la nación, instó a sus compañeros a que tuvieran como principal prioridad la adaptación de España al horizonte europeo del 93. González afirmó que los socialistas propugnan una política de moderación en rentas salariales, pero también de moderación "en los beneficios empresariales", para intentar la mejora en la cantidad y calidad de la producción española, única manera de no estar en desventaja con respecto a los países comunitarios.

Un almuerzo con los suyos

El desarrollo del Comité Federal de ayer, el primero que se celebra después del 32º congreso del partido, tuvo mucho que ver con la reunión y posterior almuerzo que el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra mantuvo con algunos dirigentes regionales muy afectos a su persona.Guerra se reunió con Joan Lerma, secretario general de los socialistas valencianos; Juan Carlos Rodríguez Ibarra, secretario general del PSOE en Extremadura; Antolín Sánchez Presedo, secretario general del PSOE en Galicia, y Carlos Sanjuán máximo dirigente de los socialistas andaluces.

De esa reunión y del almuerzo se extrajo una conclusión: absoluta moderación. Este afán de Guerra por cortar toda imagen de conflicto se relaciona expresamente con las próximas elecciones municipales y autonómicas del 26 de mayo, al estar convencido que la unidad y cohesión demostrada hasta ahora por los socialistas es uno de los valores que más aprecian los ciudadanos.

No por casualidad los únicos que tomaron la palabra en la larga reunión de este Comité Federal fueron los dirigentes pertenecientes al llamado sector guerrista, para prodigarse en "significativas obviedades", según expresión de uno de ellos.

Todos se afanaron en recalcar que este Gobierno era el del partido socialista, por lo que no les cabía. duda alguna de que iba a respetarse el programa del partido.

Los únicos que pidieron explicaciones fueron los miembros de la corriente Izquierda Socialista (IS), Antonio García Santesmases y Vicen Garcés, que, evidentemente, no encontraron satisfacción.

El secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, aludió a la salida de Alfonso Guerra del Gobierno para decir que se trataba de una "decisión personal y que, por tanto, no procedía más pronunciamiento que el de respetarla".

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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