El ministro Cavallo anuncia que el dólar será el patrón económico de Argentina

El ministro de Economía del Gobierno argentino, Domingo Cavallo, anunció ayer el envío al Congreso de un proyecto para legalizar la libre conversión del austral con el dólar norteamericano a la cotización fija de 10.000 australes por un dólar. El audaz plan, que obliga al Estado a recaudar con impuestos más de lo que pierde o gasta para mantener las reservas suficientes y pagar sus deudas externas, confirma de hecho la importancia política que ha alcanzado el ministro Cavallo dentro del Gabinete. Ni siquiera el presidente, Carlos Menem, toma decisiones sin su consentimiento.

Un funcionario del Gobierno, con rango de secretario de Estado, admitía ayer ante una consulta de EL PAÍS: "En realidad, éste era el plan que Cavallo iba a aplicar en julio de 1989, pero entonces algunos sectores económicos presionaron a Menem para que no lo designara ministro de Economía, y luego la multinacional Bunge y Born apareció con su propio plan". Domingo Cavallo, un licenciado en Ciencias Económicas de 45 años, fue presidente del Banco Central en 1982, durante la dictadura, y luego dirigió la Fundación Mediterránea en su provincia, Córdoba. Fue diputado y luego Menem le nombró ministro de Exteriores cuando inició su mandato, en julio de 1989.Los analistas económicos de la prensa argentina se preguntaban ayer con qué apoyo externo podía contar el plan de libre convertibilidad del austral, que, de aprobarse el proyecto en el Parlamento, obligaría por ley al Banco Central a no emitir dinero si no tiene a cambio los dólares equivalentes; y también a retirar los australes de la circulación cuando vende dólares al público. Esa regla estricta, que impide en consecuencia al Banco Central financiar las pérdidas y los gastos de la Administración como sucedía hasta ahora, exige que las cuentas sean claras: mayor ingreso por impuestos y menos gastos. Si esa ecuación sencilla no se cumple, el índice de inflación volverá a crecer.

El Plan Otoño y Resurrección, llamado así por el comienzo de la estación y las cercanías de la Pascua, tiene la base de poder más firme para su lanzamiento que hoy se pueda lograr en Argentina. El ministro Cavallo, junto con su actual sucesor en el cargo de canciller, el también economista Guido di Tella -ex embajador en Washington y con excelente relación personal con el presidente norteamericano, George Bush-, coinciden en la necesidad de legalizar la dolarización que ya se había producido en la vida cotidiana de la sociedad, donde se fijaban y pactaban transacciones en dólares.

Por su parte, el embajador de EE UU en Argentina, Terence Todinan, ha reclamado el control de los circuitos financieros para evitar el lavado del dinero del tráfico de drogas.

Los allanamientos de la policía a 22 empresas en despachos fantasmas de la capital del Gran Buenos Aires, ordenados por la juez María Servini de Cubría -a petición del juez español Baltasar Garzón-, son sólo el comienzo. Para la Embajada de EE UU esto "no es suficiente". Uno de los involucrados en los expedientes del juez Garzón, el presidente del Consejo Federal de Agua Potable, Marlo Caserta, renunció a su cargo. La juez Servini de Cubría pidió permiso a la Corte Suprema para viajar próximamente a Madrid y entrevistarse con Garzón "por razones de gravedad institucional".