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10 ex reclusos que padecen sida viven "de la providencia" en Aranjuez

Diez ex reclusos enfermos de sida, algunos en fase terminal, conviven en una granja situada con las afueras de Aranjuez adquirida por la asociación Basida, que, según su presidente, Manuel Cerrato, "no cuenta con ninguna subvención y la única ayuda económica que recibe es la de la providencia". Basida está formada por unas 60 personas, 10 de las cuales prestan servicio en la casa de acogida sin cobrar nada por ello.

Los enfermos de sida que residen en la granja, una mujer y nueve hombres, son ex reclusos que provienen de instituciones penitenciarias por encontrarse en fase terminial de su enfermedad, o que, según Cerrato, "nos llegan a través de asistentes sociales de la Comunidad de Madrid".El presidente de la asociacíón dijo que desde diciembre de 1990, en que empezó a funcionar este lugar, hasta la actualidad han fallecido en ',a resídencia dos enfermos desida.

La granja se encuentra en una finca de Aranjuez conocida como La casa de las viñas, que fue comprada por Bastida en diciembre del año pasado por 40 millones de pesetas. La finca, de 11 hectáreas de extensión, carece luz eléctrica y ésta se obtiene mediante un generador. Tampoco tiene agua corriente, que llega a través de un camión cisterna que cobra 12.000 pesetas cada vez que abastece el aljibe de la granja, y no tiene teléfono, aunque Cerrato asegura que está solicitado.

Según el presidente de la asociación, los enfermos viajan casi a diario a Madrid para seratendidos en el hospital Doce de Octubre, ya que el centro carece de un médico estable "porque esto no es un centro hospitalario, sino tina casa de acogída", dijo.

"Sin embargo", añadió, "sí contamos con una enfermera, tina asistente social, y un educador entre los terapeutas que viven en la residericia, gente que pertenecía al grupo católico base de Aranjuez, de donde surgió la asociación Basida".

Estas personas, de edades comprendidas entre 23 y 25 años, han dejado a sus familias para vivir definitivamente en la granja, donde atienden a los enfermos de sida, preparan sus comidas, les acompañan e incluso les lavan y asean. La asociación ha pedido subvención al Ministerio de Justicia, al Ayuntamiento de Aranjuez y a la Comunidad de Madrid, que la ha denegado dos veces.

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