EE UU bombardeará Irak si Sadam usa armas químicas

El Gobierno norteamericano prepara un plan para bombardear cualquier unidad militar iraquí que utilice armas químicas contra los rebeldes levantados en armas contra el régimen del presidente Sadam Husein, según informaron funcionarios estadounidenses al diario The New York Times. En Teherán, el presidente iraní, Alí Akbar Hachemí Rafsanyani, volvió a hacer un llamamiento a las autoridades de Bagdad y a la oposición armada para que lleguen a un acuerdo que evite una sangrienta guerra civil.

Washington asegura que sus servicios de espionaje han interceptado comunicaciones entre el alto mando iraquí y los comandantes de campo en las que se les instaba a "utilizar los líquidos" porque "el tiempo no estaba" de su lado. Sin embargo, no existen evidencias de que hayan sido utilizadas, a pesar de las denuncias de los grupos de oposición iraquí de que sus hombres han sido atacados con gas mostaza.El Gobierno iraquí ha negado que tenga intenciones de utilizar armas químicas, pero funcionarios estadounidenses destacan que Sadam ha nombrado a Alí Hasan Majid como nuevo ministro del Interior. Majid ha sido acusado por los grupos defensores de los derechos humanos de haber supervisado los ataques con armas químicas contra los kurdos de marzo de 1988.

El dirigente opositor jeque Abu Maltam al Sagir dijo ayer en una conferencia de prensa en Beirut que Sadam lanzó el sábado pasado gases químicos contra su pueblo, pero que no causaron daño porque las armas estaban caducadas. "Estamos en el mismo país y controlamos su espacio aéreo, si usan gases no creo que moralmente podamos permitírselo y no hacer nada al respecto", dijeron los funcionarios norteamericanos.

Maitam al Sagir señaló que ya son 29 las ciudades en poder de los rebeldes, además de centenares de pueblos y aldeas. "Un tercio de Irak se encuentra en nuestro poder", añadió. Aseguró que varias unidades del Ejército y de la Guardia Republicana se han sumado a los insurrectos.

Un portavoz de la Asamblea Suprema de la Revolución Islámica afirmó ayer en Teherán que el ministro del Interior y 40.000 soldados de Sadam Husseim "estaban cercados en Basora por las fuerzas revolucionarias".

En Damasco, el líder del Partido de Acción Islámica, ayatolá Takiedin al Mudarrasi, señaló que la base naval iraquí de Mina al Basora se ha sumado a las fuerzas rebeldes. Añadió que en los puertos de Um Qasr y Fao, ambos en la desembocadura del estuario de Chat el Arab, se desarrollan fuertes combates.

Un representante de la oposición kurda dijo en Londres que se ha consolidado el sitio en torno a Kirkuk, un importante centro petrolero del norte de Irak. Asimismo aseguraron que entre las ciudades capturadas se encuentra Suleimaniya.

Por otra parte, el presidente de Irán, Alí Akbar Hachemí Rafsanyani, volvió a hacer un llamamiento a las autoridades de Bagdad y a las guerrillas para que lleguen a un acuerdo que evite una sangrienta guerra civil en Irak. A su vez, el editorial del diario oficial Teheran Times criticaba a Occidente por su indiferencia ante la "matanza del pueblo iraquí" y llamaba a la ONU a "cumplir sus responsabilidades para evitar la destrucción de un pueblo que pide justicia".

"Durante la guerra que acaba de terminar, la propaganda occidental se dio prisa en instar al pueblo iraquí a que derrocara a Sadam, pero ahora que el escenario ha cambiado y que los levantamientos toman un carácter popular, Occidente ya no insta a nada", señala el editorial.

Entre los oponentes a Sadam Husein se encuentran diversos grupos musulmanes shiíes -el 55% de la población iraquí es shií- que tienen su base en Teherán o en las zonas fronterizas con Irak, pero el Gobierno iraní insiste en que no se encuentra detrás de la revuelta.

Según la agencia oficial IRNA, al menos 10.000 iraquíes han entrado en Irán en los últimos días, huyendo de los combates que se desarrollan en el sur de su país. Un número similar de personas escapó a los bombardeos de la coalición multinacional infiltrándose en Irán a través de las fronteras cerradas.

Penurias de Bagdad

En Bagdad, los habitantes han perdido la esperanza de que la vida cotidiana vuelva a la normalidad. La capital iraquí continúa sin electricidad y el agua y los alimentos básicos escasean. La gasolina se vende en el mercado negro a 100 veces su precio. En el bazar las únicas tiendas abiertas son las de comestibles pero falta arroz, harina, aceite y te. Las basuras se han amontonado en las calles y las escuelas y universidades no pudieron reiniciar el curso porque no existe transporte para llevar a los alumnos. Un convoy de 18 camiones de la Cruz Roja salió ayer de Ammán con destino a Bagdad lleno de agua, alimentos y medicinas.