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Yeltsin reitera que Gorbachov debe dimitir

Pilar Bonet

El presidente de la Federación Rusa, Borís Yeltsin, reiteró ayer duramente su oposición a la política del presidente de la URRS, Mijail Gorbachov, pidió el cese de éste y de todo el Gobierno que dirige Valentín Pávlov y, rechazó el proyecto de Tratado de la Unión, con el que dijo tener 30 puntos de divergencia.

El Tratado de la Unión de Repúblicas Soberanas, publicado ayer, es concebido como la base del futuro Estado soviético, da competencias a las repúblicas en política exterior, seguridad, defensa y relaciones económicas exteriores y les abre el acceso a su oro, diamantes y los fondos de divisas soviéticos.El borrador del documento, aprobado en el Consejo de la Federación de la URSS, debe ser debatido en los Parlamentos republicanos. En relación al proyecto anterior publicado en noviembre de 1990, el último borrador amplía sustancialmente el ámbito de competencias que serán controladas por las repúblicas firmantes y deja un marco más restringido al centro.

Aun así, la discusión en torno al borrador será ardua, ya que hasta ahora siete repúblicas soviéticas (las tres bálticas, Moldavia, Georgia, Armenla y Azerbaíyán) se mantienen al margen del tratado.

Además, está por definir la posición de la Federación Rusa, cuyo presidente, Borís Yeltsin, asistió durante los horas a la última sesión del Consejo de la Federación, que esta semana dejó ultimado el borrador del Tratado. En un multitudinario acto en la Casa del Cine de Moscú, Yeltsin dijo ayer que ni él ni Ruslán Jazbulátov, su vicepresidente, habían firmado el borrador, y pidió a los sectores democráticos pasar a la ofensiva sin dilación contra la política de Mijaíl Gorbachov. Yeltsin expresó también su apoyo a los mineros en huelga en distintas regiones del país.

Según el nuevo proyecto, las republicas que se federen en el tratado son "Estados soberanos" que delegan competencias en el centro y conservan su derecho "a la libre salida de la URSS". Las repúblicas reconocen las fronteras existentes entre ellas en el momento de la firma.

Según el borrador, las republicas delegan en el centro la defensa de la soberanía y la integridad territorial de la Unión, la salvaguardia de la segurídad del Estado, la organización de la Defensa v la dirección de las Fuerzas Armadas, la declaración de guerra y paz, la política y el comercio exterior.

El centro y las repúblicas, conjuntamente, adoptan la Constitución, determinan la linea de la política econórníca exterior, la estrategia de seguridad nacional, la política de Defensa, deciden sobre el asentamiento de tropas y bases militares en el territorío de las republicas y establecen un servicio militar único. Además, determinan la estrategia socioeconómica de desarrollo del país.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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