La CE apoya el deseo árabe de la conferencia internacional
La Comunidad Europea expresó anoche su respaldo a la celebración de una conferencia internacional para resolver el conflicto árabe-israelí, tal como han vuelto a pedir los principales países árabes de la coalición antúraquí. Dicho objetivo ha quedado plasmado en la Declaración de Damasco, el documento que sienta las bases de la cooperación en materia de defensa y desarrollo entre Egipto y Siria, por un lado, y los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), por otro.Con todo, el apoyo europeo, transmitido a los ocho en la capital siria por la troika, se matiza con la necesidad de que se prepare el diálogo entre las partes implicadas para asegurar el éxito de la conferencia. Este principio, que no es una novedad en la actitud árabe, choca con la oposición de Israel, que defiende los contactos bilaterales, y con la reticencia de Estados Unidos. Tras su contundente actuación en Kuwait, Washington va a tener sin embargo dificultades en explicar su diferente rasero en el asunto palestino a sus aliados árabes.
Tanto el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Faruk al Chara, como su colega luxemburgués, Jacques Poos, manifestaron que van a proseguir las consultas entre ambos grupos.
Por lo demás, el documento aprobado por el grupo árabe de los ocho en Damasco es intencionadamente vago.
Por ejemplo, se refiere a que las tropas egipcias y sirias actualmente desplegadas en la península arábiga se mantendrán como núcleo de la futura fuerza interárabe, pero no especifica si su número se incrementará. Tampoco fija los detalles del modelo de cooperación.
Otra de las lagunas de la Declaración se refiere al futuro de las fuerzas extranjeras desplegadas en el Golfo para la liberación de Kuwait. Los ocho no se han pronunciado sobre el eventual mantenimiento de un dispositivo aeronaval en esa región, tal como ha sugerido Estados Unidos, y al que Irán se opone de forma radical.
Por último hay que destacar que los firmantes se comprometen a obrar "para que todas las armas de destrucción masiva, y en particular las armas nucleares, sean prohibidas en Oriente Próximo".
De acuerdo con el documento, estos países van a trabajar con los organismos internacionales implicados para acanzar su objetivo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Diplomacia
- G-8
- Troika europea
- Irak
- Guerra Golfo
- Conferencias internacionales
- Egipto
- PESC
- Siria
- Negociaciones paz
- Adjudicación contratos
- Israel
- Conflicto árabe-israelí
- Territorios palestinos
- Relaciones internacionales
- Proceso paz
- Geopolítica
- Estados Unidos
- Contratos administrativos
- Derecho administrativo
- Oriente próximo
- Política exterior
- Asia
- Guerra
- Unión Europea