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Miles de albaneses se concentran ante las embajadas occidentales para salir del país

Nuevos tumultos multitudinarios en la capital albanesa, con disparos al aire de las fuerzas de la policía para dispersar a los manifestantes, pusieron ayer de nuevo a Albania al borde del estallido social, mientras continúa la masiva huida de albaneses hacia Italia en barcos secuestrados en la costa adriática. Miles de albaneses se concentraron ante embajadas occidentales en Tirana para forzar su salida del país.

Más de 3.000 albaneses se concentraron por la mañana en la calle de Skanderbeg respondiendo así a un rumor que había recorrido la ciudad sugiriendo que las embajadas occidentales iban a dar cobijo a aquellos que deseen emigrar del país. Las embajadas en esta calle estaban protegidas por un cordón policial que, ante la presión de la multitud, realizó disparos al aire y dispersó finalmente a los manifestantes.En este mismo lugar, más de 5.000 albaneses entraron por la fuerza en varias sedes diplomáticas en julio pasado para forzar su emigración, lo que entonces lograron. La huida de ciudadanos de Albania que comenzó entonces no ha cesado, pese a las promesas de democratización formuladas por el presidente Ramiz Alia.

Más de 11.000 albaneses huyeron en los últimos meses hacia Grecia a través de las montañas, si bien las autoridades griegas deportaron a Albania a parte de los fugitivos. El endurecimiento de la postura oficial hacia la oposición parece haber reforzado la presión emigratoria de amplias capas de la ciudadanía que no conceden crédito a las promesas de democratización y temen una ola represiva del aparato comunista.

Unos 1.000 albaneses de origen serbio o montenegrino intentaron ayer cruzar ilegalmente la frontera hacia la República yugoslava de Montenegro, lo que les fue impedido por la guardia fronteriza albanesa.

Preocupación en Italia

Por otra parte, más de 10.000 personas se encontraban ayer concentradas en los puertos de VIore y Durres a la espera de poder subir a bordo de algún buque que los transporte a Italia. La policía, presente en ambos puertos, no había intervenido al cierre de esta edición.Mientras, en Italia aumenta la preocupación por la invasión de prófugos albaneses que llegan a los puertos del sur del país utilizando todo tipo de naves u objetos flotantes. Algunos llegan en barcas de madera usando palas de labranza como remos. Navegan en condiciones de extrema precariedad y sin luces para no ser descubiertos.

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La última barca llegó a la costa italiana en medio de una marejada. Marinos italianos afirman que es un milagro que llegaran a tierra. Al parecer, murieron en la travesía dos jóvenes.

La última escena enternecedora de esta gente que llega con lo puesto, hacinada en los barcos, ha sido la de una niña nacida en el viaje y que ha sido bautizada con el nombre de Italia en agradecimiento al país que les está recibiendo. "Es nuestro símbolo de esperanza", han dicho sus padres, dos jóvenes de 22 y 23 años. La niña ha nacido con tres kilos de peso.

El problema de las autoridades italianas es ahora albergar a tantos fugitivos que llegan hambrientos y desharrapados. Todos han solicitado asilo político. Sin embargo, el Gobierno tiene 45 días de tiempo para dar una respuesta a la demanda. Mientras, la Iglesia y asociaciones caritativas intentan darles de comer y procurarles ropa.

La población italiana les recibe con simpatía, pero las familias se niegan en general a darles cobijo en sus casas, por lo que las autoridades estudian la posibilidad de apertura de campos de refugiados en Taranto y Brindisi.

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