400 galerías y 700 anticuarios cierran hoy en protesta por el impuesto sobre bienes culturales

Representantes de las galerías de arte de toda España han sostenido varias reuniones en las últimas 48 horas para convenir los términos de su protesta ante el proyecto de ley del impuesto sobre el patrimonio, que se debatirá hoy en el Congreso. Ayer anunciaron el propósito de cerrar hoy sus locales al público en señal de su total oposición al artículo 18 de esta ley, por el que se gravaría la posesión de todo tipo de objetos de arte, de colección o de antigüedad. Representantes de las asociaciones de anticuarios se adhirieron a esta protesta, y se prevé que cerca de 700 establecimientos cerrarán sus puertas.

Las galerías, en un comunicado, destacan en primer término que la aplicación de la nueva ley de patrimonio sobre los bienes de arte puede causar un daño irreparable a las galerías, a los artistas, al incipiente coleccionismo, a las ferias de arte y a todas las pequeñas empresas relacionadas con el comercio y la promoción. "Pedimos al Gobierno ser escuchados en la grave problemática que dicha ley del patrimonio crea a este sector artístico-cultural dentro del Estado español y en comparación con las normativas de los países europeos, ante la inminencia del Acta única", dice el comunicado.En una reunión que sostuvieron ayer por la tarde con la prensa, el portavoz de los representantes de las galerías de arte dijo que ellos son conscientes de que el objeto artístico tiene un carácter de mercancía sobre el que hay que legislar, pero que este aspecto no debe permitir que la obra de arte entre en la "aberrante" comparación con pieles de carácter suntuario, aeronaves o vehículos, junto a lo que se incluye en este proyecto de ley.

Una comisión de este colectivo se reunió ayer por la mañana con Salvador Clotas, que preside la comisión de cultura del PSOE. Durante este encuentro le explicaron los principales puntos de preocupación. Luis Lamana, asesor legal de los galeristas, explicó que el artículo 18 del proyecto de ley es un retroceso en la legislación sobre los bienes culturales. "En cualquier país se sabe que el Estado no puede disponer de los recursos necesarios para proteger la totalidad de su patrominio histórico y cultural, y es por eso que se ha estimulado la actividad de la labor privada en ese sector. En Europa hay países que simplemente no tienen un impuesto como éste y otros -como Francia, Italia, Holanda y Luxemburgo- donde el objeto de arte está exonerado de impuestos de este tipo".

"Este proyecto de ley es además inviable en su aplicación", añadió. "Porque, según el proyecto de ley, quedarían exonerados sólo los bienes declarados en el inventarlo del patrimonio cultural, y es conocido que en ese inventario figuran sólo 30.000 de las más de un millón de piezas importantes que debe de haber en España".

Modificar el artículo

La galerista Juana de Aizpuru afirmó que ya se ha establecido un primer contacto a través de cartas y documentos enviados a la Administración y que ese polémico artículo puede ser modificado. "El Gobierno se ha dado cuenta de que no puede tratar el arte desde el punto de vista exclusivamente fiscal", dijo. "Por la premura de tiempo no se ha podido presentar una enmienda ahora, pero son conscientes de que habrá de revisarse este artículo en el Senado. En estos momentos, ante la situación provocada por la guerra del Golfo, la tardanza de la esperada ley del mecenazgo y con la aparición de este proyecto de impuesto, las actividades del mercado del arte en España están totalmente paralizadas"."Se ha dado mucha publicidad al avance del mercado del arte en España, pero lo cierto es que es muy incipiente. Los coleccionistas aquí son como vergonzantes, por comparación a los extranjeros, y no es por el dinero que se les cobraría con este impuesto, que se oponen a él, sino por sentirse vigilados y controlados en cada una de las cosas que poseen", concluyó.

Varios de los anticuarios presentes en la reunión se adhirieron a este punto de vista, añadiendo que la consecuencia más inmediata que podría tener este control sería el de volver a una etapa en que las personas desearán deshacerse de sus objetos de arte. "En los últimos años hemos. logrado, a través de ferias, exposiciones y publicaciones, que la gente aprecie los objetos antiguos que poseía. La obligación de declarar todo lo que: uno tiene, y de valorarlo año tras año, causará muchas molestias y puede llevar a muchos a querer deshacerse del problema y que los objetos antiguos vayan a parar al extranjero o simplemente a la basura".

Para Álvaro Paternina, presidente de la Federación Española de Anticuarios, "este proyecto perjudicaría fundamentalmente al coleccionismo, pues son los amantes del arte quienes juntan piezas, que, en muchos casos, son donadas a los museos", informa Carmen Sánchez-Silva.

Para Luis Cárabe, vicepresidente de la Asociación de Anticuarios de Madrid, "la mayor parte de las personas que posean objetos artísticos se verán obligados a trasladarlos a otros países donde no resulte tan gravoso tenerlos".