El Papa dice que ya antes de agosto se pensaba en la guerra
El papa Juan Pablo II afirmó ayer en un discurso muy duro que lo ocurido en el golfo Pérsico ha sido "una verdadera guerra"; que la tentación de hacer dicha guerra era ,anterior a agosto pasado", cuando Irak invadió Kuwait, y que el derecho internacional a partir de la Segunda Guerra Mundial "ha excluído la guerra como medio apto para resolver los problemas entre las naciones".El Papa se dirigió a los siete patriarcas de Oriente Próximo y a los presidentes de las conferencias episcopales de los países que han participado en el conflicto, convocados al Vaticano para debatir los problemas de aquella región. Ante ellos justificó sus numerosas intervenciones contra la guerra -exactamente 44- afirmando que "la paz del Golfo es de algún modo la paz amenazada del mundo entero".
Haciéndose eco de las palabras del patriarca oriental de Bagdad, Raphael I Bidawid, quien declaró que "la guerra no había empezado el 2 de agosto como afirmaba Bush", Juan Pablo II dijo que "en realidad la tentación de recurrir a la guerra había estado presente antes del mes de agosto de 1990".
Según el Papa, ante la posguerra del Golfo existen algunas cuestiones fundamentales: respeto efectivo del principio de la integridad territorial de los Estados; solución de los problemas no resueltos desde hace decenios y que constituyen el centro de continuas tensiones; reglamentación del comercio de armamento de todo tipo, y acuerdos referentes al desarme de la región. "Sólo dando una respuesta a estas cuestiones", dijo, "podrán coexistir en paz tanto Irak como sus vecinos, Israel, Líbano, el pueblo palestino y el chipriota".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.