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Yivkov se declara inocente de todos los cargos

El ex dictador de Bulgaria Todor Yivkov respondió desafiante y con dominio de sí mismo al tribunal supremo de Sofía que le acusa de diversos cargos de corrupción en la distribución ilegal de apartamentos, dinero y otros privilegios a sus familiares y colaboradores políticos. Con voz robusta, Yivkov se declaró inocente de todos los cargos. De ser declarado culpable, podría ser condenado a una pena de hasta 20 años de prisión."Mi detención y este juicio han sido orquestados por fuerzas y personalidades políticas que serán desenmascaradas tarde o temprano", declaró Yivkov. El que fuera máximo dirigente comunista búlgaro desde 1954 fue derrocado en noviembre de 1989 por un golpe palaciego de sus camaradas del buró político del partido.

Aunque considerado en geneyal necesario para purgar los males del régimen totalitario que dirigió Yivkov durante 35 años, el juicio está dejando insatisfechos a búlgaros de todas las tendencias políticas.

Muchos búlgaros, especialmente los pertenecientes a la minoría turca, quieren ver juzgado a Yivkov por violación de derechos humanos, incluida la incitación al odio racial por las campafias del régimen, violentas en ocasiones, para obligar a los turcos a adoptar nombres búlgaros y, abandonar su religión y cultura a mediados de la pasada década.

Este juicio se celebra para satisfacer las necesidades humanas de justicia", según Ira Antonova, miembro de la oposición en el Parlamento. "Este proceso sólo satisface a quienes no piensan, a quienes sólo dan importancia al dinero. Pero es muy insatisfactorio para la gente pensante. Son los restos de la nomenklatura los que le llevan a juicio".

"Tendrían ustedes que juzgar a. todo el partido comunista", había manifestado Yivkov ante el tribunal, subrayando que todas las decisiones del partido eran tomadas de forma colectiva y no por el solo. Yivkov llegó a bromear en sus intervenciones e hizo bajar al fiscal del estrado porque, según aseguró, su sordera le impedía oír las preguntas.

"Por qué no celebramos una sesión cerrada y yo les cuento a ustedes gran cantidad de asuntos?", dijo Yivkov ofreciendo información sobre la policía secreta.

El que fuera todopoderoso dirigente del régimen búlgaro aseguró que eran sus ministros los culpables de los delitos de los que está acusado. "No es mi estilo el de interferir lo que hacían los ministros; yo tenía otros canales", gritó en un momento dado, antes de que el juez cerrara la sesión. "Nunca encontrarán el nombre de Todor Yivkov donde se hacían este tipo de cosas", manifestó.

Un miembro de la sección búlgara del Comité de Observación de Helsinki, Rumen Vodenichárov, atacado por grupos radicales anticomunistas por defender el derecho de Yivkov a un juicio justo, señaló ayer que los búlgaros esperan que Yivkov sea castigado por algo. "Pero difícilmente podrán condenarlo por criminal, porque él casi nunca firmaba nada".

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