La ONU espero un mensaje de Irak para detener la guerra

El presidente del Consejo de Seguridad, el representante de Zimbabue, Simbarashe Mumbengegwi, había reiterado ayer -horas antes de la declaración efectuada por George Bush- al embajador iraquí ante las Naciones Unidas, Abdul al Anbari, que este organismo se hallaba a la espera de una comunicación oficial de su Gobierno aceptando incondicionalmente las 12 resoluciones aprobadas por el consejo desde la invasión de Kuwait, el pasado 2 de agosto. Mumbengegwi había declarado, que las "consultas informales continuarán hasta que recibamos la respuesta de Irak". La petición de Mumbengegwi se realizó después de que el consejo mantuviera cerca de cinco horas de consultas informales, a la espera de que llegara una comunicación oficial de Bagdad. Mumbengegwi dejará de presidir el Consejo de Seguridad esta misma noche. Desde mañana, la presidencia de este organismo corresponderá al austriaco Peter Hohenfellner.

Las reuniones del consejo habían sido convocadas para disolver la operación de pacificación de la frontera irano-iraquí. (UNIIMOG) y estudiar la posibilidad de trasladar esas fuerzas de paz a Kuwait en un plazo relativamente corto. El nerviosismo creado por las espectativas. de un anuncio de Sadam evitó, que la agenda se cumpliera e, hizo que la sala del consejo se convirtiera en una sala de espera.A lo largo de la jornada, el embajador iraquí, Al Anbari, presentó al presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas hasta tres propuestas distintas. Ninguna de ellas fue aceptada por los miembros permanentes del consejo.

En esas cartas Irak desarrolló una estrategia que no consiguió cuajar. Al Anbari, y no su ministro de Exteriores, Tarek Aziz, ni su presidente, Sadam Husein, aceptaba el cumplimiento de algunas resoluciones del consejo, pero supeditaba otras a la orden del alto el fuego. "No se pueden poner en vigor las resoluciones de la ONU sin alto el fuego previo", había declarado de muy mal humor el diplomático iraquí a los periodistas. Norteamericanos y británicos no aceptaron ninguna de esas propuestas y los intentos de Al Anbari fueron a parar a la papelera.

Moscú tiene prisa

La Unión Soviética no creía anoche que existieran ya motivos para que la guerra del golfo continuara su curso. "Las tropas iraquíes han salido de Kuwait y ese país ha recobrado su independencia", declaró Yuli Vorontsov, el embajador soviético ante Naciones Unidas, al término de las consultas. Vorontsov explicó que su país había pedido a Sadam Husein que hiciera publico un comunicado "lo antes posible", aceptando el cumplimiento de las 12 resoluciones adoptadas por la ONU.

"Debemos hacer lo que haga falta para parar la guerra", había manifestado el representante de Moscú, para el que es muy importante "que no se pierdan más vidas humanas".

Vorontsov reconoció, sin embargo, que hasta ese momento el Consejo de Seguridad no había recibido ningún mensaje de Irak y que la comunicación de Sadam Husein era una premisa indispensable "para que el consejo pueda discutir y aprobar un cese de las hostilidades".

Las declaraciones del embajador Vorontsov se produjeron al término de las consultas informales y antes de que el delegado norteamericano, Thomas Pickering, dejara claro el procedimiento que debería seguir el consejo a partir de ahora: "Primero debemos recibir la carta de Sadam y después discutir el tema del alto el fuego".