Grass critica a su Gobierno por "crimen contra Israel"

El dicharachero Günter Grass se ha quedado sin voz.¿No ve que esto es una exposición de pintura?, indicaba molesto al final de la conferencia de prensa que ofreció en Berlín el pasado jueves día 7, donde presentaba sus últimos trabajos pictóricos. "Éste es un tema muy complicado que no puedo contestar aquí en cinco minutos", respondía al ser preguntado por su postura ante la guerra del Golfo. "La terrible culpa de los alemanes en todo este asunto", añadía finalmente; "el Góbierno sabía lo que estaba pasando, lo de la venta de armas y gases a Irak; el Gobierno está envuelto en este crimen contra los judíos de Israel".

Nada más. Grass no quiere pronunciarse más allá de estas críticas precisas. Sus simpatías políticas con el SPD le hacen adoptar un papel parecido al de cierta parte de la socialdemocracia. En determinados círculos se asegura que vive el mismo dilema que el ex canciller Willy Brandt y una parte del partido socialdemócrata, que no asume totalmente la postura propacifista de Hans Jochen Vogel.

Al otro lado del Elba, las grandes Figuras de la disidencia tolerada de la antigua Alemania comunista, gente como Stefan Heym, tampoco han hecho una declaración pública desde hace meses.

La escritora Christa Wolf ha sido la única que, aunque no en forma de manifiesto, sino en un debate televisado, se manifestó en contra de la guerra.

En Berlín Oriental los intelectuales oficiales del régimen comunista, concretamente el antiguo presidente de la Unión de Escritores de la desaparecida RDA, han hecho algunos movimientos para firmar un manifiesto contra la guerra, pero sin fruto.