"Bravo zulú, bien hecho"
Centenares de familiares en la llegada de las corbetas 'Diana' e 'Infanta Cristina'
La corbeta Diana, el único barco español que ha disparado hasta ahora en la zona de Oriente Próximo, y la corbeta Infanta Cristina, que estuvo en zafarrancho de combate la noche que comenzó la guerra, atracaron ayer en el puerto militar de Cartagena. "Bravo zulú, bien hecho", fue la consigna de bienvenida del almirante jefe del Mediterráneo, Miguel García de Lomas, que se mostró "orgulloso del sacrificio" de los marineros, que fueron recibidos por cientos de familiares. La mayor parte de la tripulación de los buques disfrutará ahora de permisos de 15 días.
La corbeta Diana, con 145 tripulantes, 53 de ellos de reemplazo, fue la primera en llegar, a las once en punto de la mañana. La Infanta Cristina, con idéntica tripulación, atracó minutos después. Ambas habían dejado Cartagena tres meses y 10 días antes, y han patrullado por la zona en conflicto para colaborar con el embargo de cretado por las Naciones Unidas. La fragata Numancia, también integrante de la flotilla, tardará unos días en volver.El almirante jefe, García de Lomas, se lamentó de que muchos no "miran bien a las Fuer zas Armadas" si bien expresó a los recien llegados su convicción en que "la verdad se ha de imponer, y se reconocerá vuestra entrega y sacrificio".
Miguel Hernández, de 26 años y cabo primero, recordaba con nitidez el día 2 7 de noviembre, cuando la corbeta Diana, a bordo de la cual viajaba, efectuó dos disparos de aviso a un mercante iraquí.
Ni Francisco Curiel Piña, comandante de la corbeta Diana, ni el comandante de la Infanta Cristina, José Manuel Palencia, comentaron las declaraciones del almirante jefe de la Zona del Cantábrico, Francisco José López, el cual, deseó una intervención española en primera línea de guerra. Curiel sí comentó, en cambio, las deserciones de dos marineros de las corbetas Infanta Elena y Vencedora. "Se me caería la cara de vergüenza de dejar a mis compañeros y no ir", aseguró este comandante.
Las declaraciones del almirante jefe del Cantábrico sí fueron el asunto más comentado entre los familiares que esperaban a las dos corbetas. "Más bien, deberíamos implicarnos algo menos en el conflicto", opinó Pedro Antonio Pérez, que ha tenido a un hijo y a un yerno en la zona del Golfo, ambos militares profesionales. "Que vaya él" [con referencia al almirante López], manifestó Ana Calero, cuyo hijo llegó en la corbeta Diana.
Las corbetas Diana e Infanta Cristina forman, junto con la fragata Numancia, la segunda flotilla enviada por España a la zona del conflicto. Esta segunda flotilla ha efectuado 1.506 misiones, de las cuales 1.432 fueron de información y 74 consistieron en inspecciones de barcos. Las dos corbetas no dejaron continuar a siete barcos por no tener "la documentación en regla". Desde que comenzó la guerra, no inspeccionaron a buque alguno.
Los marineros; de la corbeta Infanta Cristina han recibido 1.400 dólares (unas 130.000 pesetas) como paga durante los más de tres meses que han estado fuera. Ahora desconocen cuánto dinero más recibirán.
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