Mitterrand promete que se emplearán armas convencionales

François Mitterrand anunció anoche a los franceses que la fase terrestre de la guerra del Golfo es "inevitable" e "inminente". La batalla, según dijo el presidente francés en una intervención ante todas las cadenas de televisión, comenzará en "los próximos días", "antes en todo caso del final de este mes", y será "dura" y "difícil de soportar". Mitterrand prometió que la coalición no empleará armas químicas, bacteriológicas o nucleares, aún en el caso de que Sadam Husein abra la espita de los gases.Las declaraciones de Mitterrand tuvieron como objetivo preparar psicológicamente a los franceses al hecho de que breve muchos de sus soldados morirán o serán heridos en el Golfo. Si la participación francesa en la fase aérea de la guerra ha sido modesta -un 1% del total de las misiones de combate-, los 12.000 legionarios, dragones, spahis, tanquistas y tripulantes de helicópteros de la División Daguet presente en Arabla Saudí asumirán algunas de las tareas más peligrosas de la ofensiva terrestre.

Mitterrand pidió a sus compatriotas "coraje moral", ante el previsible elevado número de bajas que se registrarán en las filas de la División Daguet, y les previno contra atentados terroristas en las ciudades francesas. No obstante, intentó despejar algunos de los que llamó "temores infudados" de sus compatriotas.

La coalición, dijo, no usará en ningún caso armas químicas bacteriológicas o nucleares. "Aunque Sadam Husein utilice, como ha amenazado repetida mente, las armas químicas, nosotros no nos pondremos a su altura", prometió el presidente francés. Para Mitterrand, que manifestó tener la seguridad de que George Bush es de su misma opinión, emplear otras armas convencionales sería un "inaceptable regreso a la barbarie".

El temor de un 70% de los franceses a que el conflicto del Golfo degenere en una guerra mundial, fue calificado de "irracional" por Mitterrand. "No hay ni una sola posibilidad de que esta guerra salga de los límites del Golfo", dijo. Atribuyó esa convicción a la "resolución definitiva del conflicto Este-Oeste". Mitterrand afirmó también que la guerra contra Irak terminará mucho antes del final de la próxima primavera, sin haber puesto en peligro en ningún momento las economías occidentales.

Buena parte de la intervención televisada del presidente francés estuvo consagrada a lo que llamó "objetivos de paz". Para Mitterrand, el Consejo de Seguridad de la ONU debe desempeñar el "papel clave" en el "regreso a la paz". Esa paz necesitará la celebración de varias coferencias internacionales y deberá basarse en la seguridad de las fronteras de todos los países de Oriente Próximo, incluidas las de Israel; el reconocimiento de los derechos palestmos; la restauración de la soberanía libanesa; el control internacional de la venta de armamentos a la región, y una más justa distribución entre los países árabes de los beneficios del petróleo.

Mitterrand lamentó la reciente dimisión del ministro de Defensa Jean-Pierre Chevenement, que "ha actuado según su conciencia". Rechazó que Francia haya puesto "condiciones especiales" a la travesía de los B-52 norteamericanos sobre su territorio. París, explicó, se ha limitado a rubricar las que Londres había establecido ya: prohibición de transportar otras armas que las convencionales y de bombardear objetivos no militares.