Asesinan a tiros a un dirigente campesino en Brasil

Expédito Ribeiro de Souza, presidente del Sindicato de Trabajadores Rurales de Río María, localidad del norte de Brasil, fue asesinado a tiros, a pocos metros de su casa, el sábado por la noche cuando volvía de una reunión gremial. Sindicalistas locales y dirigentes de la Central Única de Trabajadores (CUT) coinciden en que el móvil del crimen está en las disputas por la tierra, una desventura social que aflige las regiones rurales de Brasil de forma crónica, y que en los últimos 27 años ha ocasionado 1.600 homicidios en el país.Desde 1989, Ribeiro de Souza afirmaba públicamente que estaba predestinado a morir a manos de asesinos profesionales contratados por los terratenientes. En abril del año pasado, el párroco de Río María, Ricardo Rezende, presentó ante el Ministerio de Justicia un informe en el que denunciaba el aumento en el número de homicidios por encargo cometidos en la pequeña ciudad. El documento estaba acompañado por una larga lista de personas amenazadas de muerte, que incluía su propio nombre y el de Ribeiro de Souza.

Coincidiendo con esto, un grupo de pistoleros recorrió la pequeña ciudad buscando al dirigente campesino, quien salvó la vida al no ser hallado. Sin embargo, cinco compañeros suyos fueron secuestrados y cuatro de ellos ejecutados. El labrador Orlando Canuto, que logró escapar, reveló a las autoridades los nombres de quienes ordenaron los asesinatos y de quienes los ejecutaron en un documento en el que, además, denunció la existencia de trabajadores confinados como esclavos en haciendas del sur del selvático Estado brasileño de Pará. La organización humanitaria Amnistía Internacional se hizo eco inmediatamente de estas acusaciones, lo quemotivó la visita a Río María de periodistas de diversos países de Europa y de una comisión especial del Parlamento Europeo.

Labradores esclavos

Según la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), un organismo vinculado al episcopado brasileño, existen en el país 12 millones de campesinos sin tierras y, el año pasado, 1.827 familias fueron desalojadas de sus parcelas por los terratenientes. La CPT afirma también que en 1990 por lo menos 379 labradores trabajaban como esclavos en diversas propiedades de la región de Río María.

Un informe de Amnistía Internacional expresa que la actitud de "omisión, que se repite desde hace tantos años" en la estructura judicial brasileña contribuye a la escalada de crímenes en el campo. Sin embargo -prosigue Amnistía- la causa fundamental de la violencia rural reside en la estructura de distribución de la tierra, que "es una de las de mayor concentración del mundo". Datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) indican que 275 propiedades ocupan 37 millones de hectáreas, mientras que la mitad de los establecimientos rurales tiene menos de 100 hectáreas y ocupan el 3% de las tierras cultivables.