Major asegura que tropas aliadas permanecerán en el Golfo tras la guerra

John Major, primer ministro británico, cree que tropas occidentales deberán quedarse en el Golfo, una vez concluida la guerra, para ofrecer consejo y orientación a los países árabes. El sucesor de Margaret Thatcher sigue manteniendo la ambigüedad sobre las objetivos últimos (le la campaña militar, y señala que la acción a adoptar con Irak, una vez lograda la liberación de Kuwait, será decidida en función de las circunstancias reinantes en el momento.

El primer ministro mantuvo ayer conversaciones en Londres con el vicepresidente norteamericano, Dan Quayle, que manifestó que Sadam Husein y su poderío militar son "incompatibles con una paz duradera", e insistió en la negativa del Gobierno de EE, UU a vincular la retirada iraquí de Kuwait al problema palestino.Major ha declarado al diario The Times que los países del Golfo van a necesitar garantías territoriales, y que tales garanutias sólo se las van a poder brindar fuerzas militares occidentales. El primer ministro matiza la abandonada Política del este de Suez, por la que Londres tenía bases en la zona, al considerar más factible que la presencia occidental y británica para ofrecer "consejo y orientación" quede reducida al despliegue de patrullas navales y aéreas, mediante acuerdos bilaterales o bajo control de la ONU.

Es la primera vez que se plantea abiertamente la posibilidad de una presencia militar occidental continuada en la zona -considerada hasta no hace mucho como inaceptable por los árabes y rechazada de plano por Irán-, pero no es la primera que se discuten los límites impuestos por la ONU a la presente campaña.

Douglas Hurd, jefe de la diplomacia británica, ha calificado de muy amplios los términos de la resolución 678 que abrían la vía armada; en Londres se habla de que la expulsión de Sadam Husein de Kuwait no implica necesariamente ni el fin de la guerra ni el que no pueda extenderse la campaña terrestre al interior de Irak.