Fernández Ordonez rehúsa polemizar con su homólogo italiano

El Ministerio de Asuntos Exteriores rehusó ayer polemizar con el jefe de la diplomacia italiana, Gianni de Michelis, que el miércoles criticó en un encuentro con la prensa extranjera acreditada en Roma la "tímida respuesta" dada por el Gobierno español al reto que supone la invasión iraquí de Kuwait, y sostuvo que esta actitud timorata no permitirá a España jugar un papel cuando se negocie la paz.

"España ha hecho lo que debía hacer, compaginando sus intereses nacionales con sus compromisos internacionales", según declaró a este periódico el director de la Oficina de Información Diplomática (OID), Juan Leña. "Algunos dicen", prosiguió, "que nos hemos quedado cortos mientras otros opinan que hemos ido demasiado lejos, lo que nos induce a pensar que nuestra política es acertada"."No es hora de entablar polémicas", concluyó el portavoz de Exteriores, "y menos con países aliados" cómo Italia con el que España está embarcada en promover una Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en el Mediterráneo (CSCM) para intentar crear un marco de cooperación y estabilidad en la zona.

Otras fuentes diplomáticas españolas estiman, sin embargo, que los comentarios de De Michelis pueden ser útiles a un Gobierno español al que un amplio sector de la opinión pública reprocha dejarse arrastrar a la aventura del Golfo.

Aunque las críticas del jefe de la diplomacia italiana estuviesen, además de España, dirigidas contra Alemania, las mencionadas fuentes no descartan que hayan estado también motivadas por su relación "no excesivamente cordial" con su homólogo español, Francisco Fernández Ordóñez, al que "la imaginación desbordante de De Michelis, que formula varias propuestas por minuto, le pone nervioso".

Para el titular italiano de Exteriores está claro que para conseguir "una mayor credibilidad al finalizar la guerra, se debe haber demostrado una implicación más plena en las acciones bélicas" en las que sí participan de lleno el Reino Unido, Francia e Italia. En consecuencia, España y Alemania no tendrán protagonismo alguno en los arreglos que se fraguen cuando haya paz.