La 'suite Vollard' de Picasso se expone por vez primera en España
Ha sido comprada a un coleccionista norteamericano
"Yo meto en mis cuadros las cosas que amo. Tanto peor para las cosas si luego no se conciertan entre ellas", dijo Picasso, avaro en entrevistas, en una célebre conversación con Christian Zervos. En la suite Vollard, que se expone desde ayer en la Real Academia de Bellas Artes de Madrid -por primera vez entera en España-, Picasso hizo participar en efecto a algunos de los personajes que jalonan su obra: la niña, el saltimbanqui, el artista..., a lo largo de 100 planchas consideradas como la cima del arte gráfico de Picasso, pintor que también aquí revolucionó el siglo XX.
Fue una década tan dificil para Picasso, la de los años treinta, que eran los cincuenta para él, que llegó a decirle al fotógrafo Douglas Duncan: "Es la peor época de mi vida". Ése fue también el tiempo de su ardua separación de Olga Koklova, además del nacimiento de Mala, hija de su breve unión con Marie Therèse Walter, o el comienzo de su relación con Dora Maar.Pero, sorprendentemente, casi nada de esa agitación y de esa angustia aparece en las cien planchas que componen la suite Vollard. Las obras de la suite poseen una pureza, de un clasicismo tan extremos, que algunos miembros del movimiento surrealista llegaron a temer estar ante una flagrante traición del pintor a los postulados que los unían.
Compra
La colección, que ahora se exhibe entera en Madrid por primera vez en España, y que será presentada asimismo en Málaga y Barcelona, ha sido comprada por el Instituto de Crédito Oficial a un coleccionista norteamericano que se mantiene en el anonimato. La cifra que se ha pagado no ha sido revelada. La mayor parte de los grabados tienen tiradas de 250 ejemplares. Uno de los más apreciados es Fauno descubriendo a una mujer (1936).La suite Vollard no se caracteriza por otra continuidad que ese doble estado anímico de Picasso, así como por el clasicismo de su trazo y por el origen de su realización: encargos del legendario marchante Ambroise Vollard, que exhibió por primera vez a pintores decisivos Cézanne, Matisse y Picasso.
Pese a su aparente unidad -espejismo causado por la innegable personalidad que hay detrás-, componen la suite cuatro temas, entre los que destacan el relativo al minotauro, de una elevadísima tensión y visión poética, y el referente al taller del escultor, al cual pertenecen 46 obras.
Toda la serie procede de la necesidad por parte de Vollard de ilustrar La obra maestra desconocida, de Honoré de Balzac, cuyo tema central, la imposibilidad por el artista de comunicar su emoción, entusiasmaba a Picasso.
Babelia
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