El 'pacto de competitividad', sobre la mesa

El Gobierno no ha renunciado a la reiterada propuesta de firmar un pacto de competitividad con grupos parlamentarios e interlocutores sociales, según afirmó ayer Carlos Solchaga. El titular de Economía insistió en la necesidad de alcanzar ese pacto ya que la actual situación económica internacional conlleva el riesgo de una desaceleración en la creación de empleo mayor a lo previsto.Como solución, el ministro Solchaga reiteró ayer que "en las próximas semanas se podrá poner sobre la mesa el pacto de competitividad". Aunque la inconcreción sigue siendo la principal característica del contenido del pacto, Solchaga avanzó que se apoyaría en tres patas fundamentales.

La moderación salarial ocupa el primer lugar, pero estaría acompañada de una cláusula de revisión para garantizar que los trabajadores no pierden poder adquisitivo. La segunda pata consiste en la moderación de los beneficios, por la vía de dedicar la mayor parte posible de los beneficios a las reservas. Y la tercera pata es la negociación de fondos de inversión con la colaboración de empresarios y trabajadores.

Los sindicatos respondieron ayer a la oferta de Solchaga con la misma negativa de los últimos meses. El secretario general de la UGT, Nicolás Redondo, reiteró que su sindicato no va a firmar "ese pacto fantasmagórico". A Juicio de UGT, el problema de la competitividad no se resuelve ni con menores salarios ni con flexibilización del mercado de trabajo. La solución, para esta central, pasa por tener un tipo de cambio menos apreciado, menores tipos de interés, así como mejorar formación profesional e infraestructuras.

La reacción de Comisiones Obreras no es menos virulenta. Como ya ha ocurrido en otras ocasiones, el secretario general de CC OO, Antonio Gutiérrez, expresó ayer su rechazo al pacto de competitividad y advirtió que éste puede llegar a generar un alto grado de conflictividad social.

El secretario de acción sindical de esta central, Agustín Moreno, aseguró por su parte, que la reiteración de la oferta de Solchaga indica su continuidad en el Gobierno y la derrota política de Guerra, informa Efe.