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GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

Marruecos, decepcionado con España

La postura de Madrid respecto a la guerra "incrementa las posibilidades de conflicto bélico por Ceuta y Melilla"

Lluís Bassets

Los secretarios generales de los dos principales sindicatos marroquíes, la Confederación Democrática del Trabajo (CDT) y la Unión General de Trabajadores de Marruecos (UGTM), convocantes del paro general de solidaridad con Irak y destacados protagonistas de la huelga general del pasado 14 de diciembre, aseguraron ayer a EL PAÍS que la posición española respecto a la guerra del Golfo ha llevado a "incrementar las posibilidades de conflicto bélico por Ceuta y Melilla".

Noubir el Amaoui, secretario de la CDT, y Afilal Abderrazak, secretario de la UGTM, ambos militantes destacados de los dos partidos de la oposición, Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP) e Istiqlal, respectivamente, criticaron con gran dureza en una conversación con este periódico a los países de la CE, y a España en particular, pues consideran que con ocasión de la crisis del Golfo "se ha roto ahora un patrimonio común y un vínculo de vecindad"."Hay una estrecha relación entre la huelga del 14 de diciembre y la que convocamos para hoy [por ayer]", asegura Amaoui. "En ambos casos", añade, "se trata de luchar por un orden más justo. En diciembre, en el terreno sindical socioeconómico; ahora, por los derechos de los pueblos y por la solidaridad árabe". La unidad de acción de ambas centrales es una de las claves de la huelga de diciembre y de las concesiones sociales y salariales del Gobierno. Pero es también un elemento central en la convocatoria de huelga ayer, lunes, y en la presión sobre el Gobierno para llevarle a posiciones proiraquíes. "No hemos llegado todavía al punto en el que están las centrales tunecinas, que piden voluntarios para luchar con lrak", asegura Abderrazak, "pero sí exigimos la retirada de nuestras tropas de Arabla Saudí, adonde llega ron para una labor de defensa y no para ayudar a Estados Unidos en su agresión contra Irak, dirigida a liquidar su potencial militar y a cometer un genocidio con su pueblo". El aumento de la agitación social, ya a finales de año, y de la presión, ahora, para que Marruecos se acerque a Argelia y a Túnez en su actitud sobre la crisis del Golfo se produce en una atmósfera que algu nos observadores han querido calificar como de fin del reinado, precisamente cuando van a cumplirse 30 años de la llegada de Hassan II al trono y en el que el libro del francés Gilles Perrault produce fuertes ten siones entre los Gobiernos de Rabat y de París, al desmitificar la supuesta tolerancia de la monarquía y lanzar graves acusaciones en lo que se refiere a los derechos humanos.

Democratizar el régimen

Ambos dirigentes sindicales desean, sin embargo, mantener apartada la figura del rey de los actuales combates políticos, aunque no esconden que el objetivo principal es "la democratización del régimen, la consecución de un auténtico Estado de derecho, con división de poderes, y la responsabilización del Gobierno ante el Parlamento y no ante el rey". Esta actitud hacia el rey lleva a los dos dirigentes a minimizar su posición ante la crisis del Golfo y al prodigio de equilibrio que refleja su frase: "Nuestros corazones están con Irak, aunque nuestra razón esté en contra". Para Amaoui, la explicación es sencilla: "En cuestión de integridad territorial, Marruecos siempre ha tenido una gran simpatía por Irak. Ambos países tienen problemas de integridad territorial, Irak en Kuwalt y Marruecos en Ceuta y Melilla.

Pero, por otra parte, Arabia Saudí siempre fue un amigo y proveedor de Marruecos en el conflicto del Sáhara; "de ahí el doble sentimiento del rey". Pero ninguno de los dos tiene la menor duda: "Todo Marruecos está con Sadam".

"Estamos muy decepcionados por la posición del mundo occidental", según Amaoui, "y por la de España en particular. Primero parecía que la presencia de fuerzas europeas llevaría a la negociación y a evitar la guerra. Pero luego ya se ha visto que no, y así se ha abierto una profunda herida histórica que viene del tiempo de las cruzadas. Occidente quiere destruir un país que tiene también derecho a la seguridad, a la tecnología avanzada y a la integridad de su territorio".

"Con España, a pesar de los contenciosos de Ceuta y Melilla afirma el dirigente de la UGTM, "siempre hemos tenido una relación especial, más estrecha, que es la que ahora está en peligro". "Los españoles, que han luchado contra el fascismo y por su libertad", añade, "deben comprender más que otros pueblos que nosotros nos rebelemos por la justicia, la democracia y la libertad, en contra del feudalismo y de la oligarquía".

"La posición de España", apostrofa Amaoui, "ha incrementado la preocupación marroquí. La inquietud por Ceuta y Melilla está creciendo. La estrecha relación entre España y EE UU, la utilización de sus bases para la agresión a Irak, todo ello puede plantear interrogantes y lleva a que crezca el sentimiento guerrero en el Magreb y a que se ponga en duda la capacidad de los países mediterráneos para mantenerse en paz. En otras palabras, todo esto incrementa las posibilidades de conflicto bélico por Ceuta y Melilla. Por esto tenemos que militar activamente los españoles y los marroquíes contra la guerra y por la paz".

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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